Los grandes gestores monetarios mundiales se deshicieron de un elevado volumen de acciones chinas en los últimos días, e incorporaron acciones energéticas estadounidenses a las carteras a un ritmo casi récord, según un informe de Goldman Sachs.
Los gestores decidieron vender acciones chinas en un contexto de creciente tensión geopolítica entre la segunda economía del mundo y Estados Unidos.