Parte de la reducción de precios al consumidor viene del índice no subyacente; “ayudó mucho el precio de pecuarios y los precios del gas, tanto gas LP como gas natural. De abril a mayo el gas LP ha bajado casi 9.5%”, explicó Roldán.
Del otro lado de la moneda, en lo que respecta a alimentos, bebidas y tabaco -parte del índice subyacente, que se usa como un mejor parámetro para medir la inflación porque no incluye productos cuyos precios son más volátiles-, registró un aumento a tasa anual de 11.44%, un ligero aumento respecto del 11.27% de mayo de 2022.
“En la parte de alimentos, bebidas y tabaco, lo que vemos mes con mes empiezan son menos presiones. Eso no significa que estamos del otro lado; todavía son lecturas que están muy arriba de los promedios históricos”, destacó Roldán.
Ante el encarecimiento de los alimentos, durante el primer trimestre del año, se observó una contracción en volumen de las canastas de alimentos y lácteos de 2% y 1%, respectivamente. Las personas van más veces a las tiendas, pero compran menos, informó en un reporte Kantar.
La gente está llevando 10% menos cada que va a comprar; el ticket de compra no crece, pero se ha registrado un aumento en precio medio dentro del hogar de 12% y fuera de él, de 17%, detalló Kantar.
Si se comparan los precios de este año con los de 2022, se observa cierta mejora, pero todavía en niveles deteriorados; “seguiremos viendo buenas noticias en términos de reducción anuales”, anticipó Roldán.