El BCE volvió a subir los tipos en su última reunión de septiembre, la décima alza desde julio de 2022. La tasa principal fue incrementada en 0.25 puntos y está en un máximo histórico de 4%.
"Tenemos en mente el dolor que esto implica. El sufrimiento que hay está en nuestros pensamientos", afirmó Lagarde.
La directora del emisor dijo que un 30% de los hogares en los 20 países que usan el euro tienen préstamos hipotecarios a una tasa variable. Estas alzas implican un incremento automático de sus mensualidades.
"Es duro", reconoció Lagarde.
"Nuestro deber en anclar la inflación dentro del rango objetivo en un plazo oportuno", afirmó la presidenta del BCE que pronostica una subida de los precios de 5.6% este año y de 3.2% el próximo, lejos del objetivo de una inflación del 2%.
Lagarde destacó que con las altas tasas se puede contribuir a que la inflación regrese al 2%.
En la última semana, responsables de política monetaria han ofrecido distintas interpretaciones de estas orientaciones: en un extremo, sostienen que es probable que la próxima medida sea un recorte de los tipos, mientras que en el otro afirman que la probabilidad de otra subida podría acercarse al 50%.
"Consideramos que nuestros tipos de interés oficiales han alcanzado niveles que, mantenidos durante un periodo suficientemente largo, contribuirán sustancialmente a que la inflación vuelva a situarse a tiempo en nuestro objetivo", dijo Lagarde.
Sin embargo, Lagarde destacó una ligera suavización en un mercado laboral por lo demás resistente, que contribuirá a la desinflación después de que el rápido crecimiento de los salarios nominales mantuviera la presión sobre los precios.
"El mercado laboral se está ajustando por fin y probablemente tarde un poco más en hacerlo", declaró a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. "La creación de empleo en el sector servicios se está moderando y el impulso general se está ralentizando".
Los mercados no ven más subidas de tipos bajo la premisa de que la preocupación por una desaceleración económica se convertirá en una preocupación mayor que la inflación. Los inversores también ven pocas probabilidades de que se produzca un recorte de los tipos en junio y prevén un recorte casi total en julio.
Con información de AFP y Reuters