Por la parte de la productividad, “ha aumentado bastante en México. Aquí están las mejores maquiladoras”, agregó Franco, refiriéndose a la industrias como la automotriz, de autopartes, línea blanca y electrodomésticos.
Sin embargo, para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representaría un riesgo, advirtió Barbosa, de la Coparmex.
“Tenemos que estudiar las peculiaridades de cada industria, de cada empresa y cada fuente de trabajo. El 80% de los empleadores del país son mipymes, y habrá empresas que podrán dar aumentos de uno o dos puntos por arriba (de la inflación). Ponerlo ya en ley, presionar indebidamente a la formalidad, a la creación de empleos y a la economía”, sostuvo.
Actualmente la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece que el salario mínimo no puede aumentar menos que la inflación. Algo que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó como iniciativa de reforma constitucional.
A decir de Iván Franco, los incrementos salariales tendrían que ser dos puntos porcentuales por arriba de la inflación, mientras que Barbosa señala que no todas las pymes soportarían dicho ajuste.
“Como referencia, en marzo los contratos colectivos de los sindicatos que quedaron activos, precisamente de la reforma, los aumentos en promedio están en 6.75% o de 7%. Este año, el mínimo aumentó 6%, más el monto independiente de recuperación que nos dan 20%, la inflación fue de 4.76%”, subrayó Barbosa.
La inflación y la política monetaria también importan
Para que los aumentos al salario mínimo se puedan dar sin afectar a las empresas, es necesario que también aumente la productividad. Sin ese factor, los incrementos no funcionarán, alertó Eréndira Yaretni Mendoza Meza, especialista en materia económica, desarrollo e internacionalización.
Agregó que también se deben considerar factores como la inflación, la política monetaria (tasa de interés de referencia) y una depreciación controlada del peso.
Mendoza Meza, docente de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, sostuvo que un nivel de inflación controlada y aceptable, que no desincentive el consumo ni la inversión, debería ser de 9%, mientras que una tasa de interés de referencia de 5% también mantendría el interés por invertir en México y por el crédito.
Una depreciación controlada del peso -con la moneda perdiendo centavos frente al dólar-, agregó Mendoza, servirá para atraer inversión extranjera.
Si se logra tener lo anterior, habrá un círculo virtuoso que favorecerá las inversiones, habrá dinero para aumentar el salario, así como recursos para mantener el poder de compra.
Expansión buscó al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para tener su punto de vista sobre los aumentos al salario mínimo, pero no obtuvo respuesta al cierre de esta edición.