Las perspectivas de crecimiento mundial a mediano plazo se han revisado sistemáticamente a la baja desde la crisis financiera mundial de 2008-2009.
El FMI señaló en el capítulo 3 de su informe de Perspectivas de la Economía Mundial, que la tendencia a la baja en el crecimiento global comenzó a principios de la década del 2000 en las economías avanzadas y después de la crisis en las economías de mercados emergentes y en desarrollo.
Explicó que las presiones demográficas y la desaceleración de la formación de capital privado precipitaron aún más la desaceleración del crecimiento.
"Para impulsar el crecimiento, se necesitan reformas urgentes para mejorar la asignación de recursos a las empresas productivas, impulsar la participación de la fuerza laboral y aprovechar la inteligencia artificial para aumentar la productividad".
El prestamista mundial señaló que el persistente escenario de bajo crecimiento, combinado con las elevadas tasas de interés, podría también restringir la capacidad de los gobiernos para contrarrestar las desaceleraciones económicas e invertir en iniciativas de bienestar social o medioambientales.
Hace un año, el FMI dijo que esperaba que el crecimiento a medio plazo rondara el 3%. Las nuevas previsiones reflejan revisiones a la baja del crecimiento a medio plazo en todos los grupos de renta y regiones, sobre todo en las economías de mercado emergentes.
Con información de Reuters