Alejandro Tapia Caldera, director de Instituciones Financieras de Fitch Ratings, dijo que los bancos se siguen desempeñando de manera favorable, porque se sigue viendo que tienen oportunidades de crecimiento tanto en el portafolio de cartera comercial como en el de cartera de consumo, principalmente en el último.
"Este dinamismo que se está dando, sigue estando acompañado por un ambiente de tasas de interés altas, eso para los bancos mexicanos es muy benéfico porque fortalece o el margen de interés y por ende la rentabilidad", comentó en entrevista con Expansión.
Otro punto favorable es que pese a una alta inflación, el nivel de morosidad de las instituciones financieras se encuentra estable.
"Los bancos mexicanos tienen la característica de estar muy enfocados a empresas medianas a grandes, corporativos y algo de sector público, y en la parte de crédito al consumo seguimos observando unos bancos muy enfocados en individuos de ingresos medios a altos, precisamente eso deriva de una mora relativamente controlada".
En lo que corresponde a la capitalización, esta se ha robustecido por la generación de utilidades y la liquidez sigue siendo buena, ya que sigue habiendo una dinámica positiva en la captación de depósitos.
"Nosotros tenemos una perspectiva para la industria bancaria que le llamamos neutral, en otras palabras, estable. No esperamos ni un deterioro material en las métricas financieras, pero tampoco una mejora sustancial. ¿Por qué? Porque el 2023 para los bancos mexicanos fue un año excepcional en casi todas las métricas financieras, sobre todo rentabilidad".
"Y lo que esperamos hacia adelante es una ligera baja en las métricas de rentabilidad, algo deterioro, porque hay algunos factores que van a ponderar, uno es el manejo de la política monetaria, ya Banxico comenzó con una reducción de la tasa de interés", comentó.
Tapia Caldera aseguró que hasta el momento, de las instituciones que evalúan, no están detectando ningún foco rojo, únicamente se está poniendo atención a factores que podrían impactar negativamente al sistema financiero como una inflación descontrolada, porque esto puede llegar a afectar la capacidad de pago de los de los acreditados y por ende, impactar la calidad de los de los activos de los bancos y derivar en mayores costos crediticios que peguen a su rentabilidad.
El otro factor que puede desestabilizar a la banca es una mayor desaceleración económica a la esperada.
Finalmente, respecto al esperado beneficio que tendrían los bancos con la relocalización de empresas de Asia a México (nearshoring), dijo que se observa que las inversiones se materialicen a mediano plazo.
"Esa maduración, sí puede llegar a derivar en algunos negocios para los bancos mexicanos, pero nuestra expectativa, al menos para este 2024 no consideramos un impacto muy relevante por el nearshoring, lo vemos hasta 2025 hacia adelante".