Koji Shibata, presidente del Comité Económico Japón-México de la Federación Empresarial de Japón, señaló que se espera seguir desarrollando una relación siempre de ganar-ganar.
"Siendo Japón como enlace al mercado asiático para las empresas mexicanas y México como puerta de entrada al mercado norteamericano para las empresas japonesas", comentó.
Durante su participación en las juntas binacionales que realiza la Coparmex, Shibata urgió a las autoridades mexicanas su cooperación para mejorar el entorno empresarial, particularmente en materia seguridad con el fin de que los empleados de las empresas japonesas puedan trabajar con tranquilidad, así como transparencia y la estabilidad en las regulaciones el sistema tributario.
México no sólo es una importante base de empresas japonesas en América Latina, es el octavo país en el mundo con más compañías del país asiático, mucho más que en Taiwán o Filipinas y cerca de lo que tiene Indonesia.
José Medina Mora, presidente nacional de la Coparmex, comentó que, hay un progreso en el comercio entre ambos países, pues ha mostrado un crecimiento "impresionante" en los primeros cuatro meses de este año, las exportaciones de México a Japón aumentaron un 11.3% manteniéndose como el segundo destino en Asia.
"México está listo para diversificar sus mercados y mirar hacia el Pacífico con confianza y determinación", señaló.
Agregó que la inversión extranjera de Japón en México, no sólo representa capital; también es tecnología e innovación y un compromiso a largo plazo con el desarrollo de la economía del país.
De 2006 al primer trimestre de 2024, la inversión japonesa en el país asciende a 30,837.5 millones de dólares.
Katsumi Itagaki, consúl general de Japón en León, Guanajuato, apuntó que el Bajío siempre ha sido y seguirá siendo clave para las inversiones del país asiático, de las 1,500 empresas que hay, 794 están en esa región.
Para Itagaki el fenómeno del nerashoring para las empresas de Japón en México no es nuevo, comenzó en 2005 con el AAE, pero reconoce que con la oleada de este fenómeno puede haber una ampliación de las plantas que tienen en el país para una mayor producción.
También hay oportunidades para co-trabajar de México y Japón con soluciones tecnológicas, de automatización y servicios a industrias existentes.