Estos fondos se alimentan cuando llega más dinero público que el programado por la SHCP por recaudación de impuestos y venta de petróleo mexicano, permiten acumular dinero de distintos ejercicios fiscales para utilizarlos ante caídas en los ingresos estimados, refiere el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Cuando faltan ingresos petroleros, por un menor dinamismo en la economía o menores precios del crudo, se compensan con ingresos tributarios, si es que fueron mayores a lo programado, o viceversa; cuando faltan tributarios se compensan con ingresos petroleros. Pero si se registran faltantes por ambos conceptos, o uno no logra compensar al otro, los fondos se activan y sus recursos son utilizados para compensar ingresos faltantes estipulados en la Ley de Ingresos de la Federación correspondiente al año fiscal en curso.
Gráficas detallan que a partir de 2019 los recursos de estos fondos fueron disminuyendo a raíz de la caída de la economía y, por ende, la menor llegada de ingresos presupuestarios. No obstante, a partir de 2022 comenzaron a recuperarse, pero nunca a niveles cercanos a los máximos reportados en 2018.
En tanto, el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) registró un saldo de 12,526 millones de pesos, lo equivalente a la sexta parte de lo reportado al cierre de 2018, que fue por 76,348 millones, también su nivel máximo registrado desde 2012.
“El FEIEF potenció su saldo a través de la emisión de deuda en 2020 y ahora paga dicho financiamiento con los recursos que le son transferidos, lo que atrasa su reconstitución”, consideró el CIEP.
En tanto, tras el objetivo de remendar los recursos del FEIP, Hacienda publicó a mediados del mes pasado en el Diario Oficial de la Federación un decreto en el que agrega dos fuentes más para nutrir este Fondo, y que aplicarán a partir de este año: los ahorros por el costo financiero de la deuda y las aportaciones que hará la SHCP a través de activos financieros.