El anuncio también se produce un mes antes del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, quien ha amenazado con aumentar los aranceles estadounidenses a las exportaciones chinas con el riesgo de socavar un motor del crecimiento chino.
Los 24 miembros del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, un órgano clave para la toma de decisiones, se reunieron el lunes para "analizar y estudiar" las futuras medidas económicas en 2025, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
"Tenemos que estimular con fuerza el consumo, mejorar la eficiencia de las inversiones y ampliar de manera global la demanda interna", declararon los dirigentes.
"El próximo año, deberíamos (...) aplicar una política fiscal más proactiva y una adecuada flexibilización de la política monetaria", agregaron.
Es la primera vez que los miembros del Buró político emplean ese término desde 2011, según los expertos de SG Markets.
Este cambio de tono provocó euforia en los mercados, que estaban pendientes de cualquier señal de mayor estímulo económico por parte de Beijing: en la Bolsa de Hong Kong, el índice Hang Seng subió alrededor de un 3% poco antes del cierre.
Esta intención "muestra que el gobierno reconoce la urgencia de los desafíos económicos que enfrenta China", según SG Markets.
La segunda economía más grande del mundo todavía está tratando de evitar el fantasma de la deflación, desencadenada por una grave crisis inmobiliaria y niveles de consumo muy por debajo de los observados antes de la pandemia.
Desde hace varios meses, Beijing ha multiplicado los planes para estimular la economía, incluyendo una reducción de los tipos de interés y un aumento del techo de la deuda de los gobiernos locales.
En octubre, el banco central también anunció el recorte de dos tipos de interés clave a niveles históricamente bajos.