La meta para el déficit en proporción al PIB, aprobada a finales del año pasado, se fijó con la expectativa de Hacienda para el crecimiento económico en un rango de 2.0% a 3.0% al cierre 2025, la cual se observa ya lejana luego de que instituciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) bajaran su perspectiva para el PIB a –1.3%, el FMI a 1.4%, y la calificadora Moody’s a -0.2%, principalmente por las tensiones comerciales entre México y Estados Unidos generadas por la imposición y las amenazas arancelarias de Donald Trump.
Un menor crecimiento económico implica la llegada de menores ingresos por impuestos, recursos que han amortizado la caída de los ingresos petroleros, a través de un mayor control y vigilancia para el cumplimiento con la autoridad fiscal. Con menos ingresos hay dos caminos para Hacienda: recurrir a más deuda, y/o recortar el gasto público, explicó Jesús Carrillo, director de economía del IMCO.
Con la meta de reducir el déficit este año, Hacienda propuso recortes desde su propuesta de Paquete Económico 2025, que fue aprobada por el Congreso, por más de 17,000 millones de pesos, pero en enero se reportó una diferencia por 203,274 millones entre lo aprobado y lo observado, con reducciones en el gasto para infraestructura, materiales y suministros para otorgar servicios públicos como atención médica y educación.
“Las finanzas públicas se mantuvieron sólidas en el primer bimestre del año. Los balances presupuestarios fueron mejores a lo previsto, apoyados por los ingresos presupuestarios y una gestión prudente del gasto público”, aseveró Hacienda el viernes pasado en su reporte de las finanzas y deuda pública de febrero.
En febrero, los mayores recortes se vieron en el gasto programable para los órganos autónomos y las dependencias federales, al igual que en los presupuestos del IMSS, ISSSTE, Pemex y CFE. El único rubro que mostró un crecimiento fueron las Participaciones, que son las transferencias del Estado a los gobiernos estatales.
Si bien Hacienda no detalla los gastos por clasificación funcional respecto a lo programado mensualmente, en comparación con enero-febrero del año pasado, los rubros que más cayeron, en términos reales, fueron: agropecuaria, silvicultura, pesca y caza; asuntos económicos, comerciales y laborales en general; comunicaciones; protección ambiental; turismo; coordinación de la política y gobierno, salud, educación y seguridad.