El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que el primer día de conversaciones fue "un gran progreso" y representó "un reinicio total" en las relaciones entre las dos potencias económicas.
En un comentario en su red Truth Social, Trump celebró las "excelentes" conversaciones. "Un reinicio total negociado de manera amistosa, pero constructiva", escribió. "¡¡¡FUE UN GRAN PROGRESO!!!", continuó.
La negociación, que continuará el domingo, es el primer encuentro de alto nivel entre ambas economías tras la escalada arancelaria que comenzó en febrero.
Trump ha convertido los aranceles en arma política, aplicando un gravamen del 145% a productos chinos, mientras Pekín respondió con aranceles del 125%. El resultado ha sido un estancamiento del comercio bilateral, cifrado en casi 600,000 millones de dólares anuales, y un impacto en las cadenas de suministro globales.
La agencia oficial de noticias china Xinhua señaló que el "abuso imprudente de los aranceles" por parte de Estados Unidos había desestabilizado el orden económico mundial, pero reconoció que las conversaciones en Suiza representan "un paso positivo y necesario para resolver los desacuerdos y evitar una mayor escalada".
En Ginebra, la delegación estadounidense encabezada por Bessent y Greer busca reducir las tensiones con China, representada por He Lifeng. Ninguna de las partes ha dado señales concretas de avance, pero Trump sugirió el viernes rebajar los aranceles al 80% antes de iniciar las negociaciones. "Al presidente le gustaría resolver el problema con China (...) apaciguar la situación", declaró el secretario de Comercio, Howard Lutnick, el viernes en Fox News.
Pekín, por su parte, prometió luchar "hasta el final" para defender su soberanía y mantener las represalias comerciales. "La postura de China para mantener el orden económico mundial sigue siendo inquebrantable", indicó Xinhua.
La directora general de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, calificó el diálogo como "un paso positivo". En abril, había advertido que un desacoplamiento comercial entre ambas potencias podría tener consecuencias globales. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó que las conversaciones podrían extenderse hasta el lunes.
A pesar del tono optimista de Trump, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, advirtió que EU "no bajará unilateralmente los aranceles a China". Mientras tanto, la presidenta de Suiza, Karin Keller-Sutter, bromeó sobre la coincidencia de las negociaciones con la elección del papa León XIV. "El Espíritu Santo estuvo en Roma. Debemos esperar que ahora venga a Ginebra durante el fin de semana".
En paralelo, China registró un aumento del 8.1% en sus exportaciones en abril, pero las ventas a Estados Unidos cayeron un 18%, según reportes oficiales. "El contacto establecido en Suiza es un paso importante para promover la resolución del problema", indicó Xinhua. Sin embargo, los analistas prevén que los aranceles no volverán a niveles normales, sino que se mantendrán a niveles elevados hasta que ambas potencias logren un acuerdo más concreto.
Desde que asumió el cargo en enero, Trump ha intensificado su política arancelaria, aplicando medidas a decenas de países, pero con especial énfasis en China. Pekín ha respondido con aranceles del 125% y restricciones específicas a productos estadounidenses, un contexto que ha llevado a un virtual estancamiento del comercio bilateral y generado grandes turbulencias en los mercados financieros.
El ministro suizo de Economía, Guy Parmelin, se reunió con ambas partes en Ginebra el viernes y afirmó que el hecho de que las conversaciones se estén celebrando ya es un éxito. "Si surge una hoja de ruta y deciden continuar las conversaciones, se rebajarán las tensiones", declaró a la prensa el viernes, señalando que los encuentros podrían extenderse hasta el lunes.