El Vaticano es una monarquía absolutista en la que el papa es el líder político de este Estado independiente, y a la vez es el jefe espiritual de una religión, él concentra todas las facultades que en otros estados están divididas en términos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Como Estado independiente tiene su propia administración y gobierno, detalló el analista.
La Santa Sede tiene una superficie de apenas 44 hectáreas, es el Estado soberano independiente más pequeño del mundo, por su territorio y población total de 882 residentes, refiere la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
La Oficina detalla que sus fronteras están delimitadas por las murallas y por una línea imaginaria que uniría los dos hemiciclos de la Plaza San Pedro, plaza abierta al público y que es administrada por el alcalde de Roma, por concesión histórica del Romano Pontífice.
Además del propio territorio, la jurisdicción vaticana se extiende a otras zonas de Roma y fuera de ella que gozan del derecho de extraterritorialidad, donde tampoco se cobran o pagan impuestos, de acuerdo con el Tratado de Letrán, firmado entre la Santa Sede e Italia el 11 de febrero de 1929.
Por tratarse de un ente religioso y no tener carácter comercial, el Vaticano tiene un estatus especial en materia de impuestos, a diferencia de otros estados que cuentan con recursos como petróleo o agricultura, la Ciudad ofrece un patrimonio cultural, y una serie de servicios culturales y religiosos por los que la gente paga y accede, lo que se convierte en una importante fuente de financiamiento, también donativos y contribuciones de católicos de todo el mundo, detalló el analista político.
“El Vaticano tiene una enorme presencia; la religión católica a lo largo del planeta tiene 1,400 millones de fieles, si todas estas personas devotas participan en servicios de la religión va generando una fuente de financiamiento", dijo Horacio Vives Segl.