"El impacto regional va a ser muy diferenciado; la magnitud del impacto obedece al 3% del PIB en términos gruesos, pero el impacto regional sí podría ser muy importante", dijo durante su participación en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA México.
Destacó que para algunos estados del país, las remesas implican el 20% de los ingresos de las familias y hasta un 10% del PIB estatal.
"Fiscalmente el impacto es neutral para las finanzas públicas. Como lo ha mencionado la presidenta Claudia Sheinbaum, es un impuesto que técnicamente es una doble tributación”, aseguró.
Amador consideró que el mayor efecto lo puede tener, en todo caso, la economía de Estados Unidos debido a que los mexicanos mandarán el mismo monto de dinero, sacrificando su consumo en ese país.
"Lo que puede ocurrir es que manden dólares adicionales, lo cual disminuiría el ingreso disponible para los consumidores en Estados Unidos y el impacto lo va a acabar pagando el mercado interno de los Estados Unidos", dijo.