Cómo encontrar el programa de aceleración que más te conviene
Cada vez existe mayor interés de grupos públicos y privados por impulsar negocios innovadores que cambien el rumbo económico de los países y los programas de aceleración (además de incubadoras, inversionistas ángeles y fondos) son la forma más común para potenciar el posible éxito de estos.
México no es la excepción y vive su propio boom. Actualmente existen 60 aceleradoras certificadas por el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), pero ¿cómo saber cuál de estas le conviene más a tu emprendimiento?
Fácil. La clave está en encontrar aquella que ofrezca los servicios que más se adapten a la necesidad de la empresa, aseguró el director de Wayra México, Gabriel Charles, uno de los programas de aceleración más conocidos del país y que pertenece a la multinacional Telefónica.
“A diferencia de las incubadoras –que te protegen antes de salir a la guerra-, una aceleradora busca sumar más velocidad a la que ya trae una empresa para que llegue más rápido a su mercado meta”, dijo Charles.
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Sin embargo, “debe quedar claro que no hay buenas ni malas”, complementó Santiago Zavala, director de 500 Startups, una aceleradora estadounidense que aterrizó en la Ciudad de México hace seis años.
De acuerdo con el estudio What’s Working in Startup Acceleration, publicado en 2016 por la red Aspen Networks of Development Entrepreneurs (ANDE), las aceleradoras comparten tres características en común.
La primera y más importante es que buscan emprendedores en etapa temprana, con una idea previamente incubada y aterrizada, que ya opere en el mercado. Una vez hecho esto, las organizaciones los conforman en grupos pequeños o generaciones, término mejor conocido como batch, listos para recibir los servicios.
La segunda característica, según ANDE, es que todos los programas tienden a ser de corta duración, es decir, únicamente ofrecen mentorías y capacitación intensiva de tres a cuatro meses. La razón del tiempo, agregó Zavala, es cubrir y aprender los temas y estrategias que normalmente tomaría de dos a cinco años.
Finalmente, la tercera característica en común de las aceleradoras es facilitar conexiones que difícilmente los nuevos empresarios podrían lograr por su cuenta, ya sea inversionistas o grandes empresas que pudieran catapultar los negocios de una manera más rápida.
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Sin embargo, estas competencias en común no son suficientes para determinar cuál le conviene más a un emprendedor. Basados en su experiencia, Charles y Zavala, cuyos programas han acelerado a más de 50 empresas en México cada uno aproximadamente, dieron algunas claves para que puedas decidir qué programa es el que más le conviene a tu empresa.
Analiza en qué industria estás. Esta es una buena forma de filtrar y desechar aquellas aceleradoras que no tienen nada que ver con tu segmento de mercado, pues no se trata de entrar a cualquier programa, dijo Charles.
Estudia las propuestas de valor. Define si tu ambición es local, regional o global para, a partir de esto, buscar la que más le aporte a tu estrategia de negocio, recomendó Zavala.
Revisa el ‘catch’ de la aceleradora. “Nada es gratis en la vida”, advirtió Charles, pues hay programas que cobran una cuota al emprendedor por los servicios o bien invierten capital semilla a fin de obtener un porcentaje de la empresa en la siguiente ronda de inversión.
Averigua la relación mentores-emprendedores. Durante el programa no se debe dar una relación parecida a la diplomacia o lo académico, dijo Charles. “El equipo de la aceleradora (directores, empresas y mentores) deben estar compenetrados con el emprendedor y no solo limitarse a dar consejos, sino probar el producto o servicio”, agregó.
Aclara las expectativas. Si ya sabes cuál es la que podría darte lo que necesitas, es importante tener una charla transparente con la aceleradora para saber qué es lo que esperas de esta y qué es lo que esta espera de ti.
Busca la retroalimentación. Hay un paso más que Zavala recomienda hacer. “Busca a la gente que ya pasó por ese programa y pregúntale si le gustó o no y por qué. Quizá tú piensas que el programa le dio todo, cuando en realidad solo hizo amigos”, dijo.
Las preguntas idóneas son: quién te ayudo, dónde estaba tu empresa antes del programa y qué elemento en específico del programa te ayudó para que la empresa estuviera en donde ahora está. “Es muy seguro que siempre te contesten, porque ellos estuvieron en tus zapatos y les hubiera gustado saber si el programa al que entraron les sirvió o no. Yo haría esa ‘chamba’”, puntualizó Zavala.
Pon de tu parte. Debes ser consciente de que las aceleradoras no son mágicas y nadie te va a apoyar si no pones todo de ti. El compromiso debe ser mutuo, aprovechar los recursos adecuadamente y no subestimar a los mentores, aconsejó Charles.