La ley fintech empareja la cancha a las start-ups... a medias
La ley fintech es un avance para que las empresas de tecnología financiera operen con certeza jurídica, pero aún no les empareja la cancha con la banca tradicional. Expertos consultados exponen los aspectos que ponen en desventaja a las tecnológicas financieras y que fueron señalados a los órganos reguladores de forma previa a la publicación del primer tramo de las leyes secundarias en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el lunes 10 de septiembre.
El Banco de México (Banxico), la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), así como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), recibieron observaciones de la Asociación de Bancos de México, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), la organización Fintech México y empresas como Bitso y Paypal a las disposiciones y lineamientos sobre la operación, prevención de lavado de dinero, capital mínimo, controles internos y límites de recursos a nombre de los clientes, que deberán cumplir las instituciones de tecnología financiera (ITF) en un plazo de 12 meses.
Entre las que no fueron atendidas se encuentra la que se refiere al capital mínimo equivalente a tres millones de pesos que deben tener las plataformas de crowdfunding, un área de oportunidad que deben considerar los órganos reguladores, indica Eduardo Guraieb, director general de la asociación Fintech México.
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En países como Reino Unido, España o Finlandia, el monto no rebasa los 1.3 millones de pesos y en otros como Italia no existe esa limitante, señala al respecto David Lamb, director de Promoción a la Competencia de la Cofece. “Esto provoca que sea más difícil que entre un mayor número de empresas fintech a ofrecer oportunidades de financiamiento”, afirma el funcionario.
Lamb también indica que las plataformas de fondeo colectivo se ven limitadas en la competencia con los bancos por los topes de 10 millones de pesos en las solicitudes que pueden publicar, cuando el crédito promedio que otorga la banca tradicional a las empresas medianas es de 15 millones de pesos. “Debe haber una regulación adecuada y proporcional al modelo de negocio y a los montos -de las ITF- que generen presión competitiva al sector tradicional”, expone.
En su consulta pública sobre el proyecto de disposiciones aplicables a las operaciones de las Instituciones de Fondos de Pago Electrónico (IFPE), Banxico recibió 69 comentarios de 62 empresas, asociaciones y bancos. Varios de estos señalaron que restringir a los extranjeros la apertura de cuentas en moneda diferente al peso, como señala la Quinta Disposición, resta competitividad a las empresas fintech mexicanas.
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“Nuestro modelo de negocio no considera abrir cuentas para extranjeros, pero de hacerlo podríamos utilizarlo como un vehículo para remesas y eso es algo que -la legislación- nos puede limitar en el futuro”, comenta Hiriam Alarid, cofundador y CEO de Colectivisimo, una plataforma de crowdfunding con sede en Quintana Roo.
La empresa, fundada en enero de 2017, tiene 12 meses para cumplir con la ley fintech. “No será difícil, porque tenemos amplia experiencia en el sector financiero y estamos familiarizados con el tema de regulación, pero sí creo que pone barreras de entrada a las nuevas start-ups, es un tema complicado”, abunda el directivo, cuya empresa se apoya en un despacho especializado para estar al pendiente de la nueva legislación.
“El banco central hizo su labor a medio paso, restringe principios constitucionales de igualdad por el simple hecho de ser extranjero”, comenta Francisco Sosa, representante legal de la empresa Athena Bitcoin, una compañía de compra y venta de criptomonedas mediante cajeros automáticos.
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Sosa apunta a la falta de garantías para que una institución bancaria permita abrir cuentas de personas físicas y morales -incluyendo a las ITF- o las cierre de forma unilateral cuando considera que existe la sospecha de lavado de dinero. “Banxico no ve la discriminación de la banca que cierra las cuentas de las ITF. No son una o dos, llegan a ser hasta seis en un año, eso pone en riesgo la existencia de la empresa”, advierte el entrevistado.
Las reglas no están escritas en piedra, por lo que se pueden modificar, comenta Lamb. El directivo de la Cofece recuerda que todavía falta otra tanda de normas que se deben publicar a los 12 y 24 meses de emitida la ley fintech. “Así que aún nos quedan muchos escalones por avanzar y las que ya están hay que revisarlas constantemente para adecuarlas a la industria”, dice por el último el funcionario.