Sistema.Bio es el ganador del Start-Up Promises de Expansión
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) - Sistema.Bio, la compañía que convierte excremento de ganado en biogás mediante un biodigestor, fue la ganadora de la primera edición del Start-Up Promises, el spin off de Emprendedores del Año de Expansión. El público asistente al Expansión Summit fue en esta ocasión el jurado y reconoció a la empresa como la de mayor potencial para cambiar el futuro del país.
Gerardo Ortiz, director general de la institución financiera Unifin, entregó a Alex Eaton, cofundador de la start-up mexicana, el reconocimiento. Durante un pitch de cinco minutos, el emprendedor contó qué lo llevó a crear la compañía, a partir de su experiencia de vida en una pequeña granja de Estados Unidos y los viajes por América Latina, África e India.
En 2009, junto con su socio Camilo Pagés, comenzó a “convertir caca en recursos” para algunas de las más de cuatro millones de granjas que hay en México, que enfrentan barreras como la contaminación de sus recursos naturales, la falta de financiamiento y de acceso a fuentes de energía.
Lee: Kavak es el emprendedor del año 2018
La start-up, una de las ocho historias de la edición del Emprendedor del Año 2018, ha llevado su solución a 15 países, entre ellos Nicaragua, Colombia, Kenia e India con un esquema de financiamiento que permite a los campesinos con dos a 2,000 animales acceder a esta tecnología patentada.
Jorge Cueto, fundador de PrisonArt, finalista de Emprendedores del Año, fue otro de los participantes. El empresario, egresado de la Universidad Anáhuac, fue encarcelado en 2012 por un delito de fraude fiscal del que fue absuelto 11 meses después. Tras su estancia creó la empresa que fabrica y comercializa artículos y accesorios tatuados en piel, diseñados por los internos de los penales.
“Nuestra empresa es una combinación de tatuaje, diseño de moda y arte”, expuso en su pitch el emprendedor, quien ya cuenta con 10 tiendas en México, España y Alemania. Su meta es capacitar a mil presidiarios y dar trabajo a 250 de ellos en sus instalaciones.
Te interesa: Las empresas sociales quieren un régimen especial
La tercera start-up fue Instafit, cofundada por Oswaldo Trava en 2010. Se trata de una aplicación de salud y bienestar que fomenta el ejercicio. “El 70% de la población de América Latina es obesa y sólo 3% va al gimnasio”, expuso el emprendedor. Esto se debe, abundó, a que tan sólo en México es siete veces más caro acudir a alguno de estos centros de entrenamiento.
La aplicación ofrece contenido en audio y video de larga duración (de cuatro a 50 minutos) y es generado por expertos. Además, el sistema aprende de cada usuario, motivándolo a continuar con la actividad. Actualmente cuenta con 13,000 usuarios que usan la app bajo un esquema de suscripción mensual.