¿Podrías construir una start-up que levante capital en cuatro meses?
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) - El deseo de iniciar un negocio y no tener idea de cómo hacerlo puede ser paralizante. El emprendedor requiere a veces que lo lleven paso a paso para crear la start-up y conseguir sus primeros clientes e inversionistas. Eso hace Founder Institute, un programa de lanzamiento de empresas tecnológicas que capacita a emprendedores para que tengan una compañía operando y levantando capital en cuatro meses.
Para lograrlo, el programa de la incubadora tiene un proceso de selección estricto: examina las capacidades de tolerancia, resiliencia y trabajo en equipo de los emprendedores. Tras este análisis, sólo 50% de los solicitantes entra al curso. “Queremos a gente que tenga la disciplina para trabajar y que aprenda rápidamente”, comenta Eugenio Perea, director general de la incubadora en México.
Durante el curso, que iniciará el 2 de octubre en la Ciudad de México con un costo de 2,000 dólares, los participantes utilizan una metodología creada por expertos en emprendimiento de Silicon Valley. “Es una guía paso a paso muy útil, porque cuando creas una empresa no sabes por dónde empezar y con ésta te presionas para que cumplas con los plazos y des resultados concretos”, comenta Sergio López, quien tomó el programa en julio de 2014 y es CEO de la plataforma de manejo de documentos electrónicos para tu empresa Devblocks, plataforma que automatiza los procesos de cobranza de las empresas.
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Founder Institute fue fundado por los inversionistas Adeo Ressi y Jonathan Greechan en 2009, desde entonces ha apoyado en la creación de 3,300 empresas que acumulan un valor superior a 20,000 millones de dólares, de acuerdo con cifras de la incubadora estadounidense. El modelo se caracteriza por concentrar un grupo de acciones, el cual se forma cuando cada emprendedor cede 4% de la participación de su empresa para crear una bolsa de títulos que se reparte entre el instituto, sus directivos, alumnos y mentores.
La bolsa funciona como un incentivo para que todos los miembros de la generación se involucren en su desarrollo, pero también es una vía para presionarlos. Menos de 50% de los que toman el programa se gradúa. “Si alguien no cumple, no lo quieres como socio y esa presión hace que vayan saliendo del curso”, señala Perea.
Si en el futuro la empresa tiene éxito, los socios recibirán dinero por las acciones. A corto plazo funciona para fortalecer los vínculos entre los emprendedores. “El pool de acciones une mucho a los miembros de la generación y los pone del lado del inversionista, porque no todos los días adquieren un portafolio de 10 start-ups de golpe”, comenta Alexei Stanislawski, quien tomó el curso en 2014 y hoy es cofundador de Maat, una fintech que usa el bockchain para proteger la identidad de los usuarios.
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Luego de cuatro meses de clases, los emprendedores registran sus proyectos en la plataforma de crowdfounding Play Business para levantar el capital. Este último paso fue implementado en esta generación y forma parte del plan de expansión de Founder Institute para los próximos cinco años, en los que se extenderá a 10 ciudades del país, como Mérida, Puebla, León, Hermosillo y Chihuahua, entre otras.
“En esas ciudades hay mucha gente que ve en el emprendimiento un camino para salir adelante y no hay alguien que les lleve una metodología como la nuestra”, comenta Perea, quien calcula abrir operaciones en dos ciudades cada año. “Tenemos aliados como Google y la Escuela Bancaria Comercial para usar sus sedes. En cada ciudad requerimos de un equipo que opere el semestre y mentores de alta calidad que estaremos buscando”, dice.