Las 3 prioridades de la nueva directora de Laboratoria en CDMX
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión).- Con una nueva dirección, llegan nuevos planes. A un mes de haber tomado las riendas de Laboratoria -el emprendimiento social que capacita a mujeres de bajos recursos para que aprendan programación- en la Ciudad de México, Araceli Campos ya definió los objetivos en los que trabajará: lograr que más empresas contraten programadoras, buscar alternativas de financiamiento y meter velocidad para superar la curva de aprendizaje como líder del equipo.
Laboratoria llegó a México en 2015 y a la fecha cuenta con sedes en la Ciudad de México y Guadalajara, donde ha formado a 230 mujeres en lenguajes como Javascript y HTML. Anualmente abre dos convocatorias y en cada una recibe hasta 1,500 aplicaciones, de las que sólo admite menos de 10%.
“Tenemos que trabajar con más empresas para que haya más demanda de talento”, dice Campos, quien hasta marzo de 2018 fue directora gerente del centro de emprendimiento Impact Hub México y luego fue gerente de Desarrollo de Negocios en Movilidad en la compañía Bosch. En entrevista con Expansión, comparte cómo planea alcanzar sus objetivos.
Te interesa: Laboratoria está en busca de mujeres 'tech' en Jalisco
¿Cuáles son tus planes para Laboratoria?
Hay tres prioridades: la primera es que las empresas sepan más de Laboratoria. Dentro del emprendimiento social nos conocen muy bien, pero el objetivo ahora es que nos conozcan en otros sectores para colocar a más alumnas con mejores empleos, tener una red de aliados más grande y así poder atender a esas otras mujeres que no entran a nuestro programa.
La segunda prioridad es buscar más opciones de fondeo para aumentar nuestro impacto. Para ello, hay que levantar más fondos –Google inyectó 75,000 dólares al emprendimiento en 2017- y estar más cerca de posibles donantes.
La tercera es mi reto personal y es liderar un equipo sumamente bueno en lo que hace, que siempre está pensando cómo mejorar la selección de las aplicantes, los bootcamps y la red de alumnas y de exalumnas, de las que ya tenemos 1,000 a nivel regional (México, Perú, Chile y Brasil).
¿Qué puede hacer Laboratoria para atender a ese 90% de mujeres que no entran a su programa?
Nos hemos planteado esa pregunta y hoy no tenemos una respuesta todavía. Analizamos si puede ser a través de alianzas, generar nuevos productos o sumarlas a una red de chicas programadoras. Son ideas que estamos construyendo y que aún no están definidas, pero es una de las preguntas más importantes que debemos resolver.
¿Cuáles son las fortalezas y áreas de oportunidad de Laboratoria?
Tenemos un modelo educativo disruptivo, enfocado a la empleabilidad y que constantemente se está adaptando a la demanda del mercado, centrado en las estudiantes y en sus capacidades de aprendizaje. Con nuestra metodología agile classroom, ellas experimentan lo que viven los equipos tech en las empresas, hacen proyectos de dos a tres semanas, los presentan y reciben retroalimentación.
Lo que estamos planteando es el futuro de la educación y un modelo que sirve directamente para atender problemáticas de las empresas. Somos un organismo de aprendizaje y eso lo hacemos muy bien. El 90% de nuestras egresadas obtiene trabajo en un periodo de tres meses.
El área de oportunidad es cómo ampliar nuestro impacto. Las 60 graduadas –de las 120 mujeres seleccionadas en la convocatoria, se gradúa la mitad por la intensidad del los cursos- están transformando su vida, están motivadas, empoderadas y tiene una red de contactos nueva y una carrera en tecnología, ellas son agentes de cambio. Pero la gran incógnita es qué pasa con ese otro 90% y con las que se quedaron en el camino, esa es nuestra área de mejora y estamos trabajando para cubrirla.
Recomendamos: El BID y la SEP desarrollan programa para que más mujeres estudiente carreras STEM
¿Cuál podría ser la ruta para cubrir esa área?
Por un lado, trabajar más con las empresas para que haya una mayor demanda. Eso se hace desde dos frentes: ayudarlas a que transiten al mundo digital, nosotros formamos líderes de esas empresas y los acompañamos para que implementen un proceso de innovación.
Pero necesitamos ampliar esa demanda y, a la par, impulsar el tema de género, que comprendan que los equipos de tecnología tienen que ser diversos. Este es nuestro segundo frente.
¿Cuáles serían otras opciones de fondeo?
Sí, necesitamos crear más interés en Laboratoria. Las organizaciones decidirán si se suman como donantes –porque es una asociación civil-, empleadoras o como compañías que pagan para que los acompañemos en sus procesos de innovación.
Tenemos una red de más de 100 empresas, pero necesitamos más gente consciente de lo que hace Laboratoria para poder crecer.
¿Tienes plazos para cumplir los objetivos que te estás planteando?
Laboratoria es un organismo vivo, nuestra macrometa es que 50% de los integrantes en los equipos de tecnología sean mujeres. El otro es acompañar a más empresas en la transición digital.
También queremos una red de egresadas activas y comprometidas, que formen sus propias comunidades de programación. Eso ya pasa, pero queremos comunicarlo más.
Laboratoria sigue vinculada a ellas. Es como su asesor, les damos seguimiento en su vida laboral como un centro de atención, para que prosperen en ese mundo de la tecnología. Las apoyamos en la organización de algún evento y reuniones.
Finalmente, ¿cómo vas a enfrentar tu reto personal de liderazgo?
Así como las alumnas aprenden en seis meses tantas cosas y autolideran su aprendizaje, mi reto es aprender de mi equipo a esa misma velocidad y estar probando con data para sustentar las decisiones. Para mí, que me he conducido más por la intuición, será un reto interesante.