¿La innovación ayudará al ambiente?
Y ahora los directores de finanzas tienen una nueva tarea: Salvar al planeta. O cuando menos hacer que sus compañías contaminen menos, usen mejor la energía y, en general, tengan un menor impacto ambiental. Según una encuesta de Deloitte, hecha en más de 15 países, incluido México, 83% de los directores de finanzas están muy involucrados en los programas de sustentabilidad de sus empresas.
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Suena lógico. Los directores de finanzas siempre se han obsesionado porque sus empresas produzcan más con menos recursos. Si logran ahorrar en electricidad o en transporte, además de reducir costos, van a disminuir el impacto de su compañía.
nullHace unos 15 años, incluir la sustentabilidad en el modelo de negocios sonaba como una propuesta hippie, concede Juan Carlos Camargo, subdirector de sustentabilidad de Walmart México y Centroamérica. “Ha habido una evolución, en la que se reconoce que esto es parte fundamental de las estrategias de los negocios… Cada proyecto de sustentabilidad que desarrollamos tiene un retorno de inversión, una rentabilidad y compite por dinero dentro de la empresa igual que cualquier otro proyecto”.
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Walmart ya puede reducir su huella ambiental al utilizar más energías renovables. Tiene un incentivo económico. Éstas han reducido su costo respecto a los combustibles fósiles.
La mayor información también permitirá reducir los impactos ambientales. En Walmart, por ejemplo, pueden medir en forma remota el consumo de energía de los refrigeradores en todas sus tiendas. O monitorear, desde un centro de operaciones, la temperatura de los refrigeradores en sus camiones y en el transporte de sus proveedores. Al tener un mayor control, reducen los desperdicios, porque los productos perecederos se mantienen mejor conservados.
La información sobre las costumbres de los consumidores, que se obtiene en los supermercados, sirve para que los proveedores ajusten sus productos. Como Walmart tiene un objetivo de reducir los desechos en sus tiendas, informa a sus proveedores cómo hacer más eficientes sus cajas y empaques.
Esos datos ayudan a compañías como la química Dow a desarrollar nuevos productos que afecten menos al ambiente. “Si uno consigue tener un empaque que evite que se refrigere un producto, se consume menos energía”, dice Carlos Escamilla, un directivo de Dow involucrado con los proyectos para la sustentabilidad en la compañía.
Hace cinco años, Dow organizó su negocio mediante cadenas de valor y nombró a gerentes para analizar los datos que se generan desde la producción hasta el consumidor final. Esos gerentes, por ejemplo, pueden analizar lo que necesitan los consumidores para ofrecer materia prima para empaques más eficiente.
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En los productos de consumo se está dando una migración de empaques rígidos a flexibles. Por eso ahora se ven muchas mayonesas que antes estaban en vidrio y ahora están en plástico. Este cambio se ha dado porque el consumidor considera más práctico el envase de plástico. Pero los empaques flexibles han ayudado a las empresas a usar menos material, menos energía para producir y menos gasolina para transportar las mercancías, porque los envases pesan menos.
Ahora el reto es usar materiales que sean fácilmente reciclables. E involucrar a las empresas que distribuyen los productos empacados.
La promesa de que los empaques pueden ser menos costosos, en la medida en que sean más amigables con el ambiente, atrae a más compañías a adoptarlos. “En 2008 incorporamos envolturas degradables, comenzando con las categorías de panes y bollería y en 2009 fuimos los pioneros en el mundo en incluir esta propiedad en envolturas metalizadas”, explica Bimbo en una entrevista por correo electrónico.
Bimbo y Walmart tienen programas para reducir los residuos. La intención es “no enviar nada a un relleno sanitario, a un vertedero o a un tiradero, de manera que los desechos o residuos se puedan convertir en materia prima para otro proceso productivo”, dice Camargo, de Walmart. En cuanto a Bimbo, tres de sus plantas en México ya generan cero residuos a rellenos sanitarios y en el Reino Unido recibió el reconocimiento Zero Waste Award.
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El uso de más información sobre el transporte, y en especial la adopción del internet de las cosas (que permite rastrear los vehículos y operarlos en forma más eficiente), podría resultar en un menor impacto en el ambiente, tal como se señaló en un seminario en septiembre de 2016 de la división de política de desarrollo de las Naciones Unidas; tal como ya sucede con grandes compañías como Bimbo, que desarrolló un vehículo eléctrico para la distribución de sus productos.
La digitalización de la economía le va a dar más herramientas a las empresas , para que tengan más información y más control de sus procesos. “Podemos hacer que se compren las cantidades adecuadas de productos, monitorear exactamente lo que se debe enviar a cada tienda”, dice Camargo, y eso reduce el uso de energía para el transporte y para el almacenamiento, y también el desperdicio de comida. “30% de los alimentos que se producen no terminan en el estómago de alguien, se desperdician”, señala Escamilla. Los datos podrían ayudar a reducir esas mermas.