¿Cómo la era digital amplía las fronteras?

La tecnología nos permite romper las barreras de la distancia. Antes, cuando un ser querido salía de viaje, solo nos podíamos comunicar con él por teléfono fijo o, si era posible, por correo electrónico. Ahora, con una videollamada desde nuestro smartphone, es posible mantenernos en contacto casi en cualquier lugar y sentirnos mucho más cerca.

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Así como la tecnología evoluciona, también lo hacen las necesidades de las personas y las empresas. Conforme pasa el tiempo, la gente requiere mayor conectividad y acceso a servicios desde el lugar donde se encuentre.

Aún más, para dar paso a un avance tecnológico sostenido, estos servicios deben ser de calidad mundial. Por ello, AT&T estableció una clara expectativa: ofrecer una misma experiencia de red a sus clientes sin importar en qué país de Norteamérica se encuentren. En un mundo conectado, no puede ser de otra forma.

Actualmente, la red de AT&T en México cubre a más de 88 millones de personas en el país y forma parte de la red más grande de Norteamérica que, en total, ofrece cobertura para más de 400 millones de personas y empresas.

Con la expansión de su red, AT&T creó una plataforma norteamericana verdaderamente integrada que tiene capacidades únicas para atender a clientes comerciales con base en México y a compañías globales con operaciones en el país. Además, esta red permite vincular a nuestros países, economías, personas y culturas como nunca antes.

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Esto no es un asunto menor: la conectividad es un poderoso motor de aceleración que puede ayudar a las sociedades y economías a competir en una escala global. Por ejemplo: si México continúa incrementando la penetración de servicios móviles 4G, se estima que el Producto Interno Bruto podría crecer a un ritmo promedio anual de 4% entre 2016 y 2020 .

Aprovechar los beneficios que ofrece la conectividad es sin duda una ventaja de nuestra era digital, particularmente en el campo de los negocios. Por ejemplo, en la actualidad se puede recurrir a la telepresencia para hacer una “reunión virtual” entre equipos que se encuentren en lugares remotos. Con ello ya no es necesario viajar, lo que permite a la empresa ahorrar costos y ser más eficiente en temas de comunicación.

En este mismo sentido, la siguiente ola de disrupción será el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Actualmente, AT&T conecta a cerca de 34 millones de dispositivos en el mundo y este año anunció que desplegará en Estados Unidos y México la red LTE-M dedicada al IoT. Esta red ayudará a impulsar la adopción de IoT a gran escala, multiplicando las posibilidades para los negocios de ambos lados de la frontera. Con un potencial ilimitado, el IoT puede ser un elemento que cambie desde nuestra vida diaria, hasta la forma de hacer negocios.

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Por ejemplo, se podrá:

• Monitorear la mercancía que se exporte para conocer su ubicación y estado físico, permitiendo tomar decisiones casi en tiempo real, desde virtualmente cualquier lugar.
• Beneficiar a los habitantes de las ciudades ahorrando recursos como luz, agua y combustible, además de fortalecer la seguridad pública y cuidar el medio ambiente.
• Mejorar la calidad de vida de las personas y hacer su vida más práctica. Por ejemplo, en un futuro tal vez no nos sorprenda recibir notificaciones de nuestro refrigerador para recordarnos que ya no tenemos leche.

La tecnología y la conectividad son un poderoso motor que va cambiando el panorama de la vida de las personas, las capacidades de comunicación y la aceleración de los negocios. Conforme avanza, vemos un mundo nuevo de posibilidades nunca antes imaginadas; un mundo nuevo en donde todo y todos estamos conectados.