SEAT, una de las 12 marcas que integran el Grupo Volkswagen, analiza la posibilidad de aprovechar la base productiva de la empresa alemana en México para también ensamblar sus modelos.
“El señor Luca de Meo, presidente y CEO global de SEAT, ha dicho que México sería una plataforma de posible crecimiento para la región de Latinoamérica, y que existe la posibilidad de contar con producción local”, dijo Edgar Estrada, director general de la marca en México, en conferencia de prensa.
En noviembre, Wayne Anthony Griffiths, vicepresidente comercial de la marca española, dijo que SEAT tiene un importante plan de expansión en América Latina, ya que en la actualidad la marca solo se comercializa en México, Colombia y Perú, pero en un futuro buscará ingresar a Chile y Argentina.
México es el mayor mercado de la marca fuera de Europa y el cuarto a nivel global, destacó Estrada. En 2017, la firma vendió 24,700 unidades en el país.
¿Desde Puebla?
Históricamente, SEAT ha fabricado sus vehículos en Barcelona: primero en la planta de la zona Franca, inaugurada en 1953, y posteriormente, desde 1989, en la de Martorell.
Pero los agresivos planes de expansión de la marca, aprovechando el lanzamiento de nuevos SUV, han llevado a los directivos globales a plantearse la necesidad de deslocalizar su producción y aprovechar la infraestructura del grupo. La nueva SUV de cinco pasajeros Ateca, por ejemplo, ya se produce en la planta de Sköda, en República Checa.
SEAT es una de las marcas de Volkswagen que utiliza la plataforma modular flexible MQB. Las nuevas camionetas Ateca y Arona comparten este sistema, sobre la cual también se construyen los modelos de Volkswagen, Jetta, Golf y Tiguan.
El grupo ha invertido 7,000 millones de dólares en los últimos cuatro años para producir la nueva plataforma MQB en la planta de Puebla. Por ello, SEAT podría producir algún modelo en este lugar.