Las bicis mexicanas buscan ganar la carrera a las marcas asiáticas
Andrés Vera estaba harto del tráfico de la Ciudad de México. Por eso, este joven mexicano decidió comprarse una bicicleta para trasladarse de su casa al trabajo. Pero descubrió que los precios no eran nada baratos. Y como vio que había otras personas con la misma necesidad que él, pensó que ahí existía un buen potencial para desarrollar un negocio.
“Vi una oportunidad muy grande en el mercado. A pesar de que, en México, el sector de las bicicletas ha ido creciendo, pues cada vez hay más marcas y mucha competencia, no había una sola marca que ofreciera una excelente calidad a buenos precios”, cuenta.
Lee: La apuesta por el transporte público es clave en la movilidad, y Musk lo sabe
Junto con un socio, Vera compró 10 bicicletas en un deshuesadero, algunas con más de 30 años, y las restauró. El resultado, asegura, fueron buenas bicicletas a bajo precio. “Llegamos a venderlas hasta el 60% más baratas que la competencia”, agrega este emprendedor, que antes trabajaba en el área de mercadotecnia de la fintech Resuelve.
Ahora tienen su propia fábrica en el centro de la ciudad y su propia compañía de bicicletas: Chop Chop Bikes. La meta de la empresa, que nació en 2015 con apenas ocho empleados y una producción inicial de 327 bicicletas, es aumentar entre tres y cuatro veces sus ventas –hoy en día, de 600,000 pesos al año–, junto con la venta de artículos y ropa para ciclistas, diseñados por ellos.
Actualmente, se realizan casi 35 millones de viajes diarios en la Zona Metropolitana del Valle de México, de los cuales 45% son a través del transporte público –sobre todo, del microbús o la combi– y sólo 720,000 mediante bicicletas, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Para Vera y para otras empresas mexicanas del sector, esto representa un gran potencial de crecimiento, en una industria que hoy está dominada por las bicicletas importadas, especialmente, de Asia.
Lee: 4 datos que debes saber de Hyperloop
“Tenemos que jalar la producción hacia México y hacer cosas más nacionales. Ahí es donde está la respuesta: debemos dejar de competir por obtener licencias de marcas gringas o extranjeras para tener marcas locales”, afirma Vera. “Hay que creérnoslo como emprendedores, y confiar en que podemos idear productos muy padres que resuelvan problemas a nuestros ciclistas”.
Sobre pedales
El panorama es alentador para esta industria en México. “Definitivamente, sí se ha visto un crecimiento”, destaca Ari Santillán, de la organización ciudadana Alcaldía de la Bicicleta CDMX. “Cada vez es más común que tengamos un amigo que antes se movía en transporte público o automóvil y ahora lo hace en bicicleta, pues se ha visto como un modo de transporte ultraefectivo para una ciudad tan congestionada, como la Ciudad de México, con un transporte público tan abandonado”, añade.
Algunas autoridades locales, como en Guadalajara y la Ciudad de México, han contribuido a esta popularización, a través de programas de renta de bici pública para los ciudadanos y de la construcción de kilómetros de ciclovías.
Recomendamos: Dos empresas chinas de renta de bicicletas llegarán a México
Sin embargo, hasta el momento, los principales beneficiados de este auge son los fabricantes extranjeros. Desde 2010, las importaciones de bicicletas de China, Taiwán y Camboya han aumentado en más de cuatro veces. Y en febrero de este año, las empresas chinas Ofo y Mobike anunciaron que están en negociaciones para llevar sus bicicletas de alquiler a la Ciudad de México.
Frente a estas compañías, varias firmas mexicanas buscan competir en el sector. Grupo Mercurio es una de las principales. Este año, tiene planes de crecer un 10% en ventas con la construcción de su nueva planta en San Luis Potosí, en la que invirtió 200 millones de pesos y donde producirá bicicletas para el mercado nacional y de exportación, principalmente, Estados Unidos.
La empresa, con más de 50 años en el mercado mexicano, produce alrededor de 500,000 bicicletas por año con una facturación de más de 1,000 MDP y un crecimiento a doble dígito en los últimos años, comenta César Ramos, su director general.
Con esta fábrica, duplicará su producción con 550,000 unidades más, de las cuales exportará 15%. “Creemos que la industria mexicana puede ser una bandera de exportación para otros países, como Estados Unidos y Canadá”, agrega Ramos, también presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Bicicletas (Anafabi).
Lee: Startups automotrices, la tendencia más hot en Silicon Valley
Los retos de la industria están ahora en impulsar la innovación y comenzar a competir a nivel internacional, de acuerdo con los entrevistados. Tan sólo en México, hay negocios que pueden aprovecharse de esta tendencia de manera indirecta, como la vestimenta, los artículos deportivos, las aplicaciones tecnológicas y los talleres de reparación.
En México, la bicicleta ha tenido un crecimiento anual cercano al 5% en valor, en la última década, por la introducción de marcas y productos de mayor precio promedio, enfocados en nichos de mercado de nivel intermedio, según la Anafabi.
Para Ramos, esta revalorización del sector se consolidará en los próximos años. “Hay una conciencia absoluta de la cultura de la bicicleta como solución a diferentes tipos de problemática, desde el tema de salud hasta el de transportación. Esta conciencia por contaminar menos llevará a que el mercado mantenga un crecimiento”, comenta el directivo.