El T-MEC perdonó la regla de origen para autobuses, y Volvo planea aprovecharlo
Mientras las industrias de vehículos ligeros y pesados se preparan para cumplir con una regla de origen más estricta (que aumenta el porcentaje de un vehículo que debe estar producido en Norteamérica), la historia para el sector de autobuses es otra: la norma se mantendrá sin cambios, pero aun así hay oportunidades que Volvo Buses México no dejará pasar.
En el marco de su 20 aniversario en nuestro país, la compañía recibe como una oportunidad el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), ya que el apartado de exportación para autobuses se mantuvo sin cambios y hay un mayor atractivo para que las empresas autopartistas se instalen en el país. Volvo puede beneficiarse de esto, consideró Rafael Kisel Reinisch, su director general en México.
“El acuerdo se quedó con las mismas reglas que el TLCAN, y esto tiene su fundamento en que la cadena de suministro para autobuses ya está formada y es de bajo volumen. Entonces, hacer movimientos en una cadena de suministro para escalas tan pequeñas es muy difícil”, explicó en entrevista, desde su planta armadora en Tultitlán, la única fábrica exportadora de autobuses desde México hacia Estados Unidos y Canadá.
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Esto implica muchas oportunidades para la compañía, según el directivo. “Desde el punto de vista financiero, mercados como el estadounidense dan una gran posibilidad de reducir o mitigar los riesgos de tipo cambiario, porque hemos tenido durante los últimos dos años una volatilidad muy grande, y México es un mercado que se maneja en pesos, pero muchos de nuestros insumos siguen siendo en monedas extranjeras. Entonces, tener una cantidad de nuestra producción que se exporta hace que mitiguemos el riesgo cambiario”.
En el rubro de autopartes, la compañía ve una oportunidad con la entrada en vigor del T-MEC debido al atractivo que supone para las empresas autopartistas, de las cuales se prevé un aumento en su presencia en la región, ya que ayudarían a cumplir con la regla de origen más exigente.
“Toda la industria automotriz será forzada por la regla de origen a traer más proveeduría más cercana, y nos ayuda porque tendremos insumos más cerca para nuestros autobuses”, enfatizó Reinisch.
Por otra parte, la compañía prevé un crecimiento en sus exportaciones de aproximadamente 30%, al pasar de enviar 150 a 200 autobuses anualmente hacia Estados Unidos y Canadá.
Además, Reinisch estimó que la planta mantendrá su producción diaria de autobuses —de cinco unidades— durante todo el año, lo cual daría una fabricación para el mercado nacional de cerca de 1,000 autobuses.