Sedatu recuperará o transformará 80,000 viviendas abandonadas
Existen cerca de 80,000 viviendas abandonadas en el país, según las estimaciones de los institutos de vivienda y el gobierno federal. Ahora, el gobierno analizará proyecto por proyecto para ver cuáles pueden ser restauradas o cuáles es mejor demolerlas para convertir los predios a otros usos.
La recuperación de las viviendas abandonadas se realizará en conjunto entre la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Infonavit y Fovissste, dijo este martes Román Meyer, titular de la dependencia, en rueda de prensa.
Lee: Este es el plan de vivienda del gobierno de AMLO
“Estamos trabajando con Infonavit y Fovissste para conformar un programa nacional de recuperación de vivienda abandonada. Hay que tomar en consideración que es un tema de análisis puntual, no se pueden meter todas las viviendas en el mismo saco y decir que todas se van a recuperar. Hay que ver conjunto por conjunto, hay algunas que no se pueden recuperar porque están en zonas inundables, en zonas donde no debieron haberse construido”, comentó Meyer.
Para ello, Sedatu comenzará a documentar quiénes son los propietarios de las casas, la situación legal de la propiedad, las carencias de infraestructura y equipamiento urbano, así como el entorno donde están los desarrollos.
El funcionario dijo que hay conjuntos habitacionales construidos en lugares inapropiados, pero aclaró que los permisos para la construcción se otorgan a nivel estatal y municipal, por lo que el gobierno federal no emprenderá acciones contra los desarrolladores.
Lee: Así quedaron los subsidios a la vivienda en 2019
Sin embargo, esto dará la pauta para desarrollar herramientas con las que trabajar mejor con otros niveles de gobierno. “Hay que replantearnos complementamente el esquema, pensar que como federación tenemos la obligación de tener mejores mecanismos de vigilancia de cómo se están llevando los trabajos en estados y municipios, y a su vez que estas instituciones aumenten el conjunto de requerimientos que corresponden al otorgamiento de viviendas y política crediticia. Y darle un mayor seguimiento, porque es el dinero de los trabajadores el que se está perdiendo”, mencionó Meyer.
El abandono de los inmuebles —agregó— obedece a la anterior política de vivienda, que se enfocó a la producción y colocación masiva, pero sin hacer un análisis social de los trabajadores que adquirían las propiedades. Como resultado, una parte importante de la vivienda abandonada está en el norte del país.