En un entorno donde los indicadores clave de la economía mexicana, como el empleo, el ingreso o las ventas al mayoreo y al menudeo, muestran que la económica enfrenta una recesión técnica, el consumo interno ha sido el motor que ha impulsado a las empresas del país.
Productos como los automóviles, pese a que enfrentan también un año complicado con una caída en el primer semestre de 6.4% en comparación con las cifras del mismo periodo del año anterior; camiones, autopartes, refrescos, cerveza o carne se encuentran entre los que más están contribuyendo al crecimiento del consumo interno: registraron un crecimiento promedio anual entre 16.4% y 6.1% de 2013 a 2018, muy por arriba del crecimiento promedio del consumo interno, que fue de 2.7% anual en el mismo periodo, según datos de INEGI.