La fabricante de bicicletas Mercurio invierte más de 500 mdp en un nuevo clúster

Grupo Mercurio incrementará en 60% sus operaciones al integrar el uso de robots y automatizar los procesos en sus operaciones en San Luis Potosí.

Si la estrategia de negocio de Grupo Mercurio pudiera resumirse en una palabra, esta sería adaptación. Con 55 años en el mercado, la fabricante y distribuidora de bicicletas mexicano quiere convertirse en un referente regional en la época de la electrificación y automatización de procesos con un clúster industrial en San Luis Potosí, en el que ha invertido más de 500 millones de pesos.

La meta es ambiciosa para la compañía: incrementar en 60% su capacidad de producción, con lo que estaría fabricando 800,000 unidades anuales, de las que 75% se destinarán al mercado nacional y 25% se exportarán a mercados como el estadounidense, canadiense y europeo.

Este es sólo el primer paso de una estrategia que, en tres fases desde ahora y hasta 2021, prevé posicionar a la región potosina como un clúster de producción de bicicletas y componentes más automatizado, con menores costos y desde donde se puedan exportar unidades cada vez más mexicanas hacia Estados Unidos y Europa, de la mano de tecnologías 4.0.

El uso de robots será para el cortado y soldado de partes. Sin embargo, el ensamblado continúa a cargo de manos humanas por ser una labor más minuciosa.

César Ramos, director corporativo de Grupo Mercurio, explicó que actualmente 50% de los componentes de una bicicleta son de proveedores mexicanos, y la meta para los siguientes años es lograr que de 70% a 80% de las casi 100 piezas que suelen componer a una bicicleta sean de origen nacional.

“Para el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), 50% de contenido nacional es suficiente para exportar sin aranceles, pero productos de alta gama, como los fabricados de fibra de carbón, no son exportables en este momento. La estrategia se orienta a cómo apoyamos a la manufactura nacional a incorporarse en la cadena productiva”, dijo Ramos.

Para alcanzar este objetivo, centralizar las operaciones del grupo es clave. Con cinco unidades de negocio –que van de la fabricación y ensamble de bicicletas al armado de componentes para motocicletas e incluso ropa y accesorios– distribuidas en cinco plantas de operación y dos centros de distribución, las operaciones ahora se concentrarán en dos naves industriales con un área total de 130,000 metros cuadrados, además de una reserva de 15,000 metros cuadrados para una futura expansión proyectada para los siguientes dos años.

La inversión y el capital de la compañía es totalmente mexicano, explica Ramos, y además brindará una oportunidad de competir con jugadores chinos en el mayor mercado del mundo: Estados Unidos, para lo cual la guerra comercial entre ambos países –que ha derivado en la imposición de aranceles a varios productos de la región asiática– es una oportunidad que la empresa busca aprovechar.

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Ganar terreno en la época del iPhone

Luis Fernando Larriva, director general de Bicicletas Mercurio, señaló que como producto de consumo destinado a segmentos infantiles y juveniles, las bicicletas compiten directamente en temporadas como Navidad con productos cada vez más tecnológicos, como smartphones y tabletas. De ahí que seguirle el ritmo a la innovación tecnológica sea otro de los objetivos de esta inversión.

“Ser dueños de nuestros diseños y geometrías es algo que nos caracteriza también como empresa mexicana”, comentó Larriva, por lo que la compañía busca optimizar la fabricación que ya tienen de bicicletas eléctricas, incluso con miras a fabricar componentes tan importantes como baterías para su exportación.

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Durante 2018, Grupo Mercurio colocó 400,000 unidades en el mercado doméstico y 100,000 en distintos mercados en el extranjero.