Felipe Bonifatti, director general de la aerolínea alemana Lufthansa Group para México, Centroamérica y el Caribe, se muestra sumamente cauteloso al hablar de la construcción de un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México. “Estamos en una etapa de diálogo muy temprana”, refiere. Pero de algo está seguro: unificar las operaciones de transporte de carga y pasajeros será clave.
Lufthansa ve un reto en operar carga y pasajeros en varios aeropuertos
“Sin entrar en conversaciones sobre cuál sería este aeropuerto, la operación rentable de una aerolínea como Lufthansa es posible si carga y pasajeros salen del mismo aeropuerto”, afirma.
Tanto en el Sistema Metropolitano de Aeropuertos (SMA) planteado por el gobierno federal –que integra al actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el aeropuerto en Santa Lucía y al de Toluca–, como el cancelado proyecto aeroportuario en Texcoco han contemplado este rubro, con números relativamente similares.
Mientras que se estimaba que el NAIM contara con una terminal de carga para 1.2 millones de toneladas anuales, el SMA rebasaría esta proporción en casi 10% al tener capacidad para 1.3 millones de toneladas. Pero el problema es que esta capacidad estaría distribuida en tres aeropuertos.
Bonifatti explica que una operación dividida requeriría de una doble infraestructura en bodegas, aduanas e, incluso, personal.
Perderíamos flexibilidad para aceptar paquetes, carga o mercancía y poder reaccionar de manera eficiente según el peso, el tamaño y demás
En 2018, más de 830,000 toneladas fueron transportadas en el AICM por 67 aerolíneas. Lufthansa fue la compañía europea con la mayor cantidad de carga transportada, con 37,363 toneladas movidas a través de sus dos filiales en México: Lufthansa Deutsche Lufthansa AG y Lufthansa Cargo AG. Esta cifra fue 2.8% mayor a la registrada en 2018.
Año retador
Cuando se le pregunta a Bonifatti sobre cómo cerrará Lufthansa en México el año, la palabra es “desafiante”, tanto para la aerolínea como para el mercado.
La empresa tuvo un aumento de 3.3% en el flujo de pasajeros transportados en 2018, con 367,827 usuarios. Un año “muy bueno”, a consideración del directivo, por eventos como el Mundial de Futbol en Rusia, pero que a la vez supone una alta base comparable para 2019.
A esto se suma la saturación del AICM, que habla de la necesidad de invertir en infraestructura.
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“Si queremos asegurar el crecimiento en el país, necesitamos una inversión en infraestructura. Hoy está en una situación bastante desafiante; en nada afecta la seguridad del vuelo o aérea, pero la experiencia del viaje podría ser aún mejor con una infraestructura acorde a las necesidades. No hay demoras en la asignación de puertas de embarque y los servicios son más cercanos a lo que ofrecemos en aeropuertos más digitalizados”.
Actualmente la aerolínea opera dos rutas desde México hacia dos ciudades alemanas: Frankfurt y Múnich. El primer destino cuenta con frecuencias de vuelo diarias, ya la compañía pretende lo mismo para el segundo en 2019, lo que responde a temas de infraestructura aeroportuaria pero también a gestiones internas de la aerolínea.
“Hoy nosotros no tenemos ni aviones ni tripulación suficiente para poner más vuelos, tenemos que organizar nuestra capacidad”, señala.