Esta es la historia detrás del mezcal Ojo de Tigre de Luis Gerardo Méndez

“Me acuerdo que desde la primera vez que lo probé me gusto muchísimo, me pareció muy especial y, sobre todo, la borrachera que te ponía me parecía que era muy diferente, era mucho más energética, como mucho más presente. La palabra mística siempre me ha aparecido súper rara pero sí, algo de eso sí tenía”, explica Méndez.

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El actor, conocido por su rol protagonista en la serie Club de Cuervos, cuenta que hace algunos años, cuando salía de sus clases de actuación de la escuela Casa Azul o de alguna función de obra de teatro se volvió una tradición ir con sus amigos por un par de mezcales a los bares de la colonia Roma o la Condesa, en dónde comenzó a surgir el boom del mezcal en la Ciudad de México.

Desde entonces comenzó a tomar solo mezcal y comenzaría a empaparse de los tipos de agave que existían y del proceso para producir esta bebida. Aunque fue hasta que un empresario estadounidense le ofreció ser la imagen de su mezcal que se convenció de hacer su propia marca.

“Hace tres año me buscó un empresario norteamericano muy importante y me ofreció ser la imagen de su mezcal norteamericano, con un nombre también norteamricano y tuve un par de citas con él. Era un tipo fascinante, pero al final del día decidí no hacerlo porque no me hacía sentido. Decía: ¿por qué voy a ser la imagen de un mezcal norteamericano si yo soy mexicano y el mezcal es una de las banderas mexicanas?”, cuenta el actor originario de Aguascalientes.

Después de varios días de pensar, despertó un día y decidió hacer su propia marca desde cero en colaboración con Casa Lumbre –dueños del tequila Milagro, el mezcal Montelobos y el famoso licor Ancho Reyes-. “Tuvimos una primera reunión, les platique de esta idea, se emocionaron muchísimo, yo me emocioné más y de esa primera junta ya pasó un año”, agrega Méndez, quién tiene pendiente de estreno el remake de la película 'Los Ángeles de Charlie', con Kirsten Stewart.

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En los últimos años, la producción de mezcal ha crecido de 980,375 millones de litros en 2011 a 5,089,667 millones en 2018, de acuerdo con el Consejo Regulador del Mezcal. Las empresas han sabido aprovechar este mercado, como Cuervo, con su mezcal 400 conejos y la británica Diageo con Pierde Almas.

Luis Gerardo decidió nombrarlo Ojo de Tigre porque para él esta bebida es un amuleto de buena suerte –cuando va a salir en escena en teatro o después de salir en ella, en las fiestas y en casi cada ocasión— siempre tiene que estar ese amuleto. De ahí viene el nombre, que procede de una piedra semipreciosa que en muchas partes se considera como amuleto.

La botella es una representación de la anforita que usaba su abuelo en sus campos de cebada y frijol para tomar agua.

El éxito del talismán

A un año de su lanzamiento en México, la marca que combina el agave de espadín de Oaxaca y el tobalá de Puebla ya está dentro de las primeras 10 marcas de mezcal en el país. “El crecimiento que tuvimos del año pasado ahora fue del 600%, algo que jamás nos imaginamos”, añade el Méndez.

El mezcal tiene un sabor suave para la gente que no conoce mucho de la bebida y, por otro lado, lograr un mezcal complejo para que los expertos también puedan disfrutarlo. Sin embargo, ahora lanzará un reposado, para que la gente que aún no se atreve a probar el mezcal lo haga.

“El reposado es una muy buena puerta o muy buen puente para la gente que le gusta mucho el tequila y que no se ha dado tiempo para probar el mezcal. Este mezcal tiene notas más a vainilla, más a cacao que, de pronto, pueden remitir al tequila”, comenta el empresario.

El valor estimado de la categoría fue de 5,020 millones de pesos (mdp) en 2018 considerando el mercado nacional y de exportación, siendo este último el que más valor representa con 3,924 mdp.

El actor está evaluando para el año que viene empezar a exportar su producto en Estados Unidos a través de Amazon, aunque trata de enfocarse con lo que sucede en el presente y enfrentando retos que implica sobresalir por encima de los cientos de marcas que existen en el mercado, debido a este boom global.

“En ese sentido, Ojo del Tigre es clave porque nuestro mezcal es de espadín y tobalá. El tobalá es un agave silvestre que es muy difícil de encontrar y nosotros tuvimos la fortuna de encontrar a un maestro mezcalero revolucionario y loco que hace mucho años tuvo esta idea de se sembrar muchísimos campos de agave con tobalá. Eso es lo que nos permite hacer mezcal de manera sustentable”, puntualiza Méndez, quien asegura que hay un gran equipo detrás de este proyecto.