Brasilia, Brasil. Han pasado un par de semanas desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio paso al inicio de las labores de construcción del nuevo aeropuerto en Santa Lucía, lo cual supone una equivocación sin contar con la retroalimentación de las aerolíneas, consideró Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés).
Las aerolíneas afirman que construir Santa Lucía sin involucrarlas es "un error"
“Construir una terminal sin el input de las líneas aéreas, la parte aeroportuaria, sería una equivocación”, dijo el representante de la industria durante el ALTA Airline Leaders Forum, y agregó que la falta de colaboración entre gobierno y líneas aéreas hace difícil la conclusión de Santa Lucía para marzo de 2022, tal como plantea la administración federal.
“Lo importante es que se nos comparta esa información. Es difícil (terminar el aeropuerto en 2022) porque la industria no está involucrada, no conocemos los planos, las fechas de implementación, y estamos hablando de dos años”, enfatizó Cerdá.
Recomendamos: Las aerolíneas latinas cierran filas: será difícil operar en Santa Lucía
El 28 de octubre –a 11 días del inicio de las obras– López Obrador presentó un video donde reportaba avances en la pista principal, la terminal de pasajeros, de combustible, así como la torre de control y el estacionamiento, pero al respecto las aerolíneas tampoco cuentan con información. Las firmas solo tienen los estudios de espacio aéreo que realizó la empresa NavBlue.
“Hemos participado en la revisión de algunos de los procedimientos de NavBlue, estamos hablando a nivel técnico, pero estamos empezando las mesas de trabajo sobre ello. Es un poco difícil comentar de esto si no sabemos cuántos aeropuertos van a operar”, dijo Cerdá.
Operaciones civiles y militares, “sumamente complicadas”
Respecto a las operaciones civiles y militares que albergaría Santa Lucía, Cerdá se mostró escéptico.
También lee: El lío de Santa Lucía, entre lo civil y lo militar
“Es sumamente complicado porque son dos operaciones totalmente distintas, los requisitos comerciales y militares. Entendemos la importancia de las operaciones militares, tienen una misión específica, son la defensa del país, y ese es su rol. El de la aviación comercial es totalmente distinto, y tenemos que asegurarnos de que esos servicios, esa parte del negocio, podamos cumplirla con la infraestructura que estará”, comentó el ejecutivo.
Cerdá puso como ejemplo que algunos aeródromos en Estados Unidos han podido albergar ambos tipos de operaciones, pero a menor escala. “Son aeropuertos pequeños en ciudad pequeñas, pero no es algo que veamos en Madrid, Nueva York o Hong Kong, en las grandes ciudades. México es considerada una gran ciudad, con una operación importante. Es difícil mantener una operación así”, concluyó.