La industria automotriz será impactada por cuatro fuerzas disruptivas en los próximos años: la electrificación, la movilidad compartida, el desarrollo e innovación tecnológica y la entrada de nuevos competidores. La convergencia de estos cuatro factores llevará a que el mercado de componentes como los trenes motrices eléctricos y las baterías tenga un crecimiento de triple dígito para 2025, refiere el estudio 'Caution ahead: Transformation and disruption for automotive suppliers', de la consultora Deloitte.
Alberto Torrijos, socio líder del segmento automotriz de Deloitte, considera que países como China, Japón, Estados Unidos y Alemania ya son punta de lanza en el desarrollo de estas tendencias, y aunque industrias como la mexicana siguen enfocándose en la manufactura automotriz tradicional, algunos fabricantes ya tienen en la mira al país para proyectos más ambiciosos.
“Sí hay casos específicos de armadoras y Tier 1 globales que en México tienen desarrollos importantes, y se ven reflejados en temas de contenidos y conectividad. Aún no estamos en la etapa de desarrollo de baterías, pero sí de soluciones muy de nicho, muy específicas en términos de conectividad, movilidad, y enfocados en share mobility”, afirma.