Los consumidores mexicanos ya tienen una idea de qué elementos priorizarán en los vehículos autónomos que vendrán en los siguientes años. Teniendo en cuenta que la tecnología está empujando para que en el futuro cercano haya autos cada vez más interconectados y de conducción independiente, las preferencias se enfocarían en atender inquietudes sobre seguridad y servicios de asistencia, reveló un estudio de la consultora Deloitte.
Los mexicanos ya saben qué quieren en los vehículos autónomos del futuro
Según el documento ‘El consumidor automotriz global’, el mayor interés que los usuarios mexicanos tendrán en los vehículos autónomos radica en las recomendaciones sobre rutas más seguras que sean capaces de ofrecer, según expresó 85% de los encuestados en el estudio. De manera similar, las actualizaciones respecto a congestionamientos de tráfico y rutas alternas, así las actualizaciones para mejorar seguridad en carreteras y prever colisiones potenciales, resultan fundamentales para el usuario.
Alberto Torrijos, socio líder del segmento automotriz de Deloitte, refiere que estas necesidades requerirán de sistemas que actualmente México no desarrolla de lleno, pero al contar con el potencial de hacerlo, se suma a una serie de retos que afrontará la industria nacional para satisfacer las necesidades de manufactura que conllevará la fabricación de este tipo de vehículos.
El país cuenta con una importante ventaja al ser uno de los principales productores y exportadores de vehículos en el mundo, donde operan la mayoría de las grandes marcas de la industria. Pero la falta de inversiones e infraestructura podría frenar el potencial que tendrá el segmento autónomo.
“No hay que quedarnos estancados, vemos que en los siguientes cuatro años, los países tienen seguridad en la manufactura (…) Lo que es una realidad en la autonomía es que es un concepto global, sin duda, pero no hay que dejar de perder la perspectiva que cada país tiene sus propias necesidades”.
El fabricante a cargo de la fabricación de estos vehículos también incide en la percepción del usuario. Según el documento, un vehículo autónomo ofertado por una marca confiable es el mayor factor de certeza para el consumidor, de acuerdo con 78% de los encuestados, al que sigue el buen desempeño de autos usados en las calles con seguridad (75%), y algo que podría irse trabajando desde ahora: la existencia de una regulación gubernamental (75%).
De acuerdo con Torrijos, la legislación alrededor del mundo está poniendo la mira en aspectos como la tecnología utilizada para la interconexión entre vehículos, los datos de geolocalización, así como los derechos y responsabilidades del fabricante y del usuario. “Sí hay avances, pero si queremos aprender de esas experiencias es un buen modelo para replicar”, concluyó.