Según el documento ‘El consumidor automotriz global’, el mayor interés que los usuarios mexicanos tendrán en los vehículos autónomos radica en las recomendaciones sobre rutas más seguras que sean capaces de ofrecer, según expresó 85% de los encuestados en el estudio. De manera similar, las actualizaciones respecto a congestionamientos de tráfico y rutas alternas, así las actualizaciones para mejorar seguridad en carreteras y prever colisiones potenciales, resultan fundamentales para el usuario.
Alberto Torrijos, socio líder del segmento automotriz de Deloitte, refiere que estas necesidades requerirán de sistemas que actualmente México no desarrolla de lleno, pero al contar con el potencial de hacerlo, se suma a una serie de retos que afrontará la industria nacional para satisfacer las necesidades de manufactura que conllevará la fabricación de este tipo de vehículos.
El país cuenta con una importante ventaja al ser uno de los principales productores y exportadores de vehículos en el mundo, donde operan la mayoría de las grandes marcas de la industria. Pero la falta de inversiones e infraestructura podría frenar el potencial que tendrá el segmento autónomo.