“A pesar de que, en diciembre de 2019, PFER (Pemex Fertilizantes) formalizó con CFEnergía un contrato para esta última le garantizará el suministro de gas natural, e inicio gestiones para la reactivación de la capacidad instalada y la recuperación de la confiabilidad operativa del C.P. Cosoleacaque, la reactivación de las plantas depende de otras problemáticas”, dice el auditor en un estudio presentado dentro de la tercera entrega de la Cuenta Pública de 2018.
La planta IV y V del complejo espera autorizaciones por parte de Hacienda sobre sus presupuestos, la VI presentó fallas en sus pruebas de arranque, y la VII se encuentra pendiente de contar con recursos para su arranque.
“Problemáticas que no se solucionaran en el corto y mediano plazo, por lo que el desempeño operativo del C.P. Cosoleacaque continuará siendo negativo”, explica la ASF.
Las plantas de Urea I y II de Pro-agroindustria se encuentran listas para operar desde inicios de 2018, pero no se concluyeron las pruebas debido a la falta de CO2. Además estas dos plantas requieren del arranque de las de Amoniaco VI y VII de Cosoloacaque para arrancar sus procesos con el suministro de CO2, apunta la Auditoría.
“Sin embargo, dichas acciones están supeditadas a la puesta en operación de las plantas de Amoniaco, acciones que no se materializarán en el corto y mediano plazo”, dice la ASF.
Las plantas de ácido nítrico, nitrato de amonio solución, nitrato de amonio aperdigonado y soluciones nitrogenadas, que completan el complejo de Pro-Agroindustrias no se tiene prevista su rehabilitación en el corto y mediano plazo, por lo que Pemex tuvo que reconocer un deterioro de la inversión de 212.6 millones de dólares (mdd), dice el organismo en su informe.
Las autoridades investigan los probables actos de corrupción entorno a la participación de Lozoya en la compra de Pro-Agroindustria, un complejo en franco deterioro por el que Pemex pagó 275 millones de dólares (mdd) en 2014.