Los gerentes de compras y producción de las plantas automotrices de Norteamérica se mantienen alerta ante un posible desabasto de componentes a medida que crece la propagación del coronavirus por todo el mundo.
El coronavirus amenaza la producción automotriz en México
La industria automotriz global ha llegado a depender de piezas de China, desde chips de computadora hasta tornillos y pernos, para mantener sus cadenas de suministro en funcionamiento.
En 2018, China despachó casi 35,000 millones de dólares de componentes automotrices, según los últimos datos del Central Intelligence Agency The World Factbook. Para México, el país asiático es el segundo proveedor de componentes automotrices, después de Estados Unidos. En 2018, envió a México diversos componentes con un valor por 2,300 millones de dólares.
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Pero estos envíos se han interrumpido luego de que el brote de coronavirus cerró fábricas en la provincia china de Wuhan, una ciudad dentro de la provincia de Hubei, que produce prácticamente todos los tipos de componentes utilizados en vehículos, desde transmisiones hasta sistemas de dirección.
En Asia, la escasez de componentes ya empezó a impactar la producción de vehículos. A principios de este mes, Hyundai y Renault suspendieron la producción en Corea, no porque la enfermedad misma se haya propagado allí, sino porque no pudieron mantener las plantas operando sin partes chinas. Jaguar Nissan dijo que su planta en Kyushu, Japón, tendría “ajustes de producción” debido a la escasez de piezas chinas y que no descartaba enfrentar paros en plantas en Europa y Estados Unidos por la misma razón.
El gobierno chino anunció el 13 de febrero que todas las fábricas en Hubei permanecerían cerradas hasta, al menos, el 20 de febrero. Pero hablar de una fecha exacta para reanudar operaciones ha resultado casi imposible porque el virus aún no está contenido.
“Podríamos empezar a ver un impacto global en la industria automotriz para mediados de marzo si la producción china no se reanuda esta semana”, dice Guido Vildozo, analista del sector automotriz de IHS Markit.
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Vildozo dice que la industria automotriz global no ha visto el impacto total hasta ahora porque las plantas chinas habían sido programadas para cerrar para el año nuevo lunar. Debido a esto, muchas plantas de ensamble tenían un inventario adicional de piezas para las vacaciones. Si bien el cierre se extendió por una semana debido al brote, la mayoría de las plantas aún no se han quedado sin partes chinas. Pero el inventario no puede durar para siempre.
En México, los fabricantes de automóviles están monitoreando de cerca la situación en China.
"Al día de hoy no tengo ninguna noticia confirmada de que tengamos alguna afectación en nuestras plantas de vehículos, ni en las plantas de nuestros proveedores. La compañía, hasta ahora, sigue produciendo como siempre", afirma Guillermo Díaz, director de operaciones de Toyota Motor Sales México.
“Por ahora no tenemos ninguna afectación. Es algo que se mide diario y por ahora no hemos visto un impacto”, señala David García, director de ventas de Kia Motors México, una marca que vende en México una gran cantidad de modelos fabricados en Corea del Sur e India.
Vildozo asegura que la región más afectada de momento es Asia porque 40% de toda la proveeduría Tier 1 que demanda esa región proviene de China. Para Norteamérica es aproximadamente 25%.
Retos a la vista
Aún cuando las plantas de componentes en China regresaran a operar esta semana, el suministro no se reactivará de inmediato.
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“Algunas ciudades tendrán bloqueos de carreteras, tampoco habrá vuelos ni barcos enseguida”, afirma Tere González, socia de la práctica de Global Trade de EY.
En las últimas semanas, decenas de líneas aéreas han cancelado sus vuelos con destino China, mientras que algunos buques provenientes de China con destino a México ya han registrado retrasos. Encontrar reemplazos en Norteamérica para todas las partes que se importan de China no será sencillo.
“Obtener proveedores alternos se ha vuelto más complicado a últimas fechas. Anteriormente, una automotriz solía tener dos o tres proveedores de un mismo componente, pero luego la tendencia fue darle más volumen a un solo proveedor para reducir costos", apunta Rafael López, consultor de la industria automotriz y exjefe de logística de Ford en México.
El virus, que ha matado a más de 2,400 en China continental, ha causado estragos en la cadena global de suministro automotriz, paralizando la producción en las plantas allí y dejando a los fabricantes de automóviles luchando por obtener las aproximadamente 30,000 partes que cada automóvil necesita. Su impacto en la producción de Norteamérica parece ser cuestión de tiempo.