¿Cuál ha sido el impacto?
Financieramente, la compañía más afectada a la fecha es Boeing. Durante 2019, la empresa reportó que los costos por la crisis de la aeronave fueron de aproximadamente 18,700 millones de dólares (mdd), entre compensaciones y otros gastos adicionales por la interrupción en su cadena productiva.
Para las aerolíneas, el impacto se dio con más fuerza en aquellas que cuentan con más equipos recibidos. Al respecto, Carlos Ozores, especialista de la industria aérea de ICF International, explica que las afectaciones se dieron de manera directa en la contracción de la capacidad de las empresas aéreas, pero de manera indirecta y a más largo plazo, en sus planes de expansión, una consecuencia de la que las firmas latinoamericanas no estuvieron exentas.
“Al no poder renovar su flota, mucho de los ahorros o bajas de costos esperados no se han realizado (…) “La gravedad del efecto varía mucho según cada empresa. En la visión global, aerolíneas como Southwest Airlines se han visto afectadas, pero aun así crecieron, entonces –sin querer minimizarlo– no se vio el impacto tan dramático sobre el plan de negocios, como fue el caso de GOL en Brasil”, explicó.
Con 135 equipos 737 MAX encargados –de los cuales seis ya fueron entregados–, la firma brasileña es la aerolínea latinoamericana con más pedidos, los cuales planeaba utilizar en rutas como Brasilia-Cancún, como anunció en septiembre de 2018. Además, la panameña Copa Airlines preveía operar la aeronave no sólo para generar mayores ahorros y eficiencia, sino también para introducir un nuevo producto de clase ejecutiva, agrega Ozores.