Los micronegocios buscan darle la vuelta a la contingencia sanitaria

Las microempresas son de las primeras que enfrentaron las restricciones sociales que llegaron con la contingencia y que influyen en sus ventas, para lo cual implementaron cambios en las metodologías de envío o sumaron fuerzas con las comunidades para diversificar las oportunidades y evitar bajar las cortinas de sus negocios.

En el país existen 4.06 millones de microempresas, a las que se suman 111,958 pequeñas y medianas, de acuerdo con datos de la última Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce), que el Inegi publicó en el año pasado.

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El 75% de estos micros y pequeños empresarios verán afectadas sus operaciones al finalizar mayo, debido a las restricciones sanitarias y la cuarentena, de acuerdo con un análisis de dataPlor, una empresa de recolección de datos.

“Los negocios empiezan a diversificar la manera de hacer llegar sus productos a sus clientes. Más del 75% están introduciendo los envíos a domicilio y eso es una revolución en la manera en la que llevaban sus negocios. La mitad han empezado a usar actividades en internet para comenzar con esta transición”, comenta Aldo Bucio, general manager de dataPlor.

Para 'aplanar la curva' de las afectaciones financieras, los negocios reinventan las formas de comercializar sus productos y servicios, y estos son unos ejemplos de pequeñas empresas que buscan dar la vuelta a la contingencia.

El paso obligado al e-commerce

Dos de los segmentos que más han resentido los efectos de la cuarentena son los de restaurantes y retail. Debido a las restricciones de movilidad, algunas fondas y cafés ofrecen comida para llevar o implementaron el servicio a domicilio, mientras que las tiendas se suman a canales de comercio electrónico.

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El directivo de dataPlor destaca el portal SoyGDL, en donde residentes de Guadalajara, Jalisco, subieron los datos de los restaurantes que ofrecen comida para llevar o entregas a domicilio. En la página, además, se incorporó un mapa de la ciudad para que los usuarios puedan identificar con facilidad los locales que se encuentran cerca de su domicilio.

Otra opción que han tomado algunos pequeños restaurantes es subir su menú a las plataformas de entrega a domicilio. A esta estrategia se suma el uso de redes sociales para mantener la relación con los comensales, como es el caso del Lovecraft Café, un lugar que busca homenajear a H.P. Lovecraft y otros escritores terror clásico.

Rubén Vázquez, dueño del café, comenta que para las plataformas de entrega a domicilio el negocio armó paquetes que tienen un valor hasta de 30% menor al del menú tradicional, mientras que en redes sociales impulsó la venta de productos como tazas, peluches o camisetas sobre las temáticas relacionadas con la cafetería, brazo del negocio que creció en 100% la demanda con la contingencia.

“Para mi es complejo porque es un café temático y vendemos una experiencia por la música y la forma en la que servimos los postres; reproducir esta experiencia en el servicio para llevar es muy complejo. Ahora nos estamos diversificando porque a través de redes sociales tenemos ventas de nuestros souvenirs”, comparte Vázquez.

Ante el cierre de sus locales, que se ubican en centros comerciales, la zapatería Coyote y Olivia tuvo que apostar por el comercio electrónico y las redes sociales para mantener sus ventas.

Víctor Barajas, administrador del negocio, comenta que en algunos locales deben continuar con el pago de servicios, como agua y luz, y para poder pagar sueldos a su plantilla laboral, que es de cerca de 30 personas, decidió sumarse a los canales electrónicos y dar mayor peso a la comunicación digital.

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“No teníamos redes sociales y abrimos nuestra tienda en línea. Es una inversión fuerte, pero sabemos que las ventas en internet van a prosperar y, una vez que tengan confianza este canal, las ventas por esta vía se van mantener. La gente va a regresar a las plazas, pero eso no quiere decir que vaya a comprar”, comenta Barajas.

Cupones, el recurso de bares y restaurantes

Los pequeños bares fueron los primeros en bajar la cortina de sus locales desde el momento en el cual el gobierno declaró la primera fase de la contingencia. Es el caso de El Gato Calavera, que se ubica en la Zona Rosa, en Ciudad de México.

Administradores del lugar a través de redes sociales, ofrecen a sus asistentes habituales cupones de descuento a cambio de una donación para poder financiar las operaciones del negocio, que tiene 10 años operando. Estas recompensas podrán hacerse efectivas en el lugar una vez que termine la emergencia sanitaria en el país.

Este sistema de cupones también se hizo viral con una propuesta del portal gastronómico Culinaria Mexicana, que convocó a restaurantes de todo el país a ofrecer bonos gastronómicos a sus comensales para poder cubrir sus gastos durante la pandemia. La iniciativa se difunde en redes sociales a través del hashtag #SalvemosRestaurantes en donde se puede consultar la lista de lugares y las promociones que ofrecen a los consumidores.

“Estos esfuerzos comunitarios se replican. Por ejemplo, en Monterrey, está la cuenta en Instagram como_comi , que funciona como una cuponera. Los comensales adquieren los cupones que harán efectivos en el futuro. Este esquema se ve en sectores como retail, restaurantes y entretenimiento”, comenta Aldo Bucio, de dataPlor.