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El CCE propone una estrategia integral para fortalecer el sistema de salud

El sector público y el privado deben trabajar en conjunto para hallar nuevas formas de producción –y acción- que permitan enfrentar la pandemia, aseguran especialistas.
lun 27 abril 2020 04:59 PM
Coronavirus pruebas
Una propuesta para incrementar la capacidad de atención de los pacientes de COVID-19 es adoptar el uso de la telemedicina para que los mexicanos con padecimientos distintos al coronavirus accedan a la atención médica desde sus casas.

Los sectores públicos y privados, por sí solos, no tienen el alcance suficiente para mermar los impactos del COVID-19. Por eso, la clave está en apostar por líneas de acción conjuntas para fortalecer al sistema de salud en México y desarrollar modelos efectivos de atención médica, no solo para los derechohabientes, sino para los grupos vulnerables y profesionales de la salud.

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En la reunión virtual ‘Apoyo del sector privado al sistema de salud’, organizada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), los especialistas destacaron la necesidad de fomentar la reconversión industrial y el aumento en líneas de producción, así como fortalecer las cadenas de valor para garantizar el abasto de insumos médicos, hasta el regreso de las actividades productivas.

“Hay acciones que se están instrumentando a través de empresas y fundaciones como BBVA, la Asociación Nacional de Hospitales Privados o Fundación CIE. También textileras que están haciendo uniformes médicos, empresas deportivas produciendo máscaras y cerveceras haciendo gel antibacterial o embotellando agua. Pero hace falta un suministro constante”, afirmó Mauricio Vila, gobernador del estado de Yucatán.

Otro punto importante es habilitar infraestructura pública y privada para dar mayor alcance al sistema de salud. “El Centro Citibanamex, por ejemplo, se habilitó con 700 millones de pesos. Un espacio de 37.000 m² para atención hospitalaria. Pero no es suficiente”, indicó Guillermina Pilgram, directora de Fundación Patrimonio Indígena MX.

Una propuesta para incrementar la capacidad de atención de los pacientes de COVID-19 es el establecimiento de alianzas con farmacias y laboratorios, así como adoptar el uso de la telemedicina para que los mexicanos con padecimientos distintos al coronavirus accedan a la atención médica desde sus casas y no se presenten en los hospitales, que son lugares con alto porcentaje de riesgo de contagio.

Para David Kershenobich, director general del Instituto Nacional de Ciencias Médicas, el sector privado también puede ser un pivote para asegurar el apoyo de oxígeno y reforzar la aplicación de pruebas, sobre todo en el personal de salud y en las personas asintomáticas que son transmisores del virus.

En la estrategia planteada en este foro virtual, también se exhortó a la Cofepris a ser más ágil en sus procesos, y a los sindicatos para que sean los principales cuidadores de la salud en los centros de trabajo, mediante la difusión de protocolos de higiene y prevención.

En la parte legislativa, funcionarios como Eduardo González Pier, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud; Miguel Ángel Navarro, senador de Morena, y Mauricio Hernández, director de Prestaciones Económicas del IMSS, coincidieron que el coronavirus debe considerarse como una enfermedad de trabajo. De esta forma, cada colaborador que sea diagnosticado con COVID-19 contaría con un respaldo económico y gastos cubiertos y, en caso de fallecer, una indemnización a la familia.

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Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del CCE, reiteró que el trabajo conjunto entre iniciativa privada y pública es crucial para enfrentar la pandemia. Sin embargo, reconoció que el regreso a las actividades productivas se irá dando de manera escalonada. “Para ello, se tienen que desarrollar entornos seguros y saludables para las familias en el trabajo, en el transporte, en la manufactura, etcétera. No será un logro inmediato”, dijo.

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“El coronavirus es una infección que mata silenciosamente. Se estima que, por persona infectada, hay 400 contagios en tres meses. Salir de esto no va a ser inmediato, por eso el plan conjunto debe ser de 18 a 24 meses”, advirtió el doctor Carlos del Río, de la Universidad de Emory.

Para eso, los empresarios advirtieron que se requiere facilitar la deducibilidad de los gastos asociados a la atención de la epidemia, es decir, paquetes de apoyo fiscales para pymes, mipymes y grupos vulnerables, así como la pronta devolución de los saldos a favor de las personas físicas que hayan realizado su declaración anual.

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