Miguel Ángel Martín González, presidente de la Amiju, explica que la crisis sanitaria ha puesto en “graves aprietos” a la industria, no solo porque las fábricas están cerradas, sino, sobre todo, por la falta de lugares de comercialización. “El único juguete que tenemos disponible es el que teníamos en almacén o ya en anaquel. El problema no solo es de este mes o del pasado, viene de atrás porque las materias primas que llegan de China pararon desde enero. Llevamos cuatro meses con las líneas en paro intermitente o completamente detenidas”, explica.
Aunque la Amiju aún no ha hecho un recuento de daños, una encuesta realizada por la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México destaca que la previsión es que el gasto de las familias sea solo de 21 millones de pesos, es decir, 4.15% de la derrama económica registrada en 2019. Según datos de la consultora de mercados Nielsen, la caída en ventas de este segmento ya fue de 4% en marzo.
La afectación no solo es para jugueteros, también para salones de fiestas y actividades infantiles, librerías o centros de ocio. De ahí que la Amiju busque sumar a otras industrias en su propuesta de trasladar el Día del Niño a octubre. “Ya hemos enviado las cartas correspondientes, hemos tenido acuerdos con Concanaco (la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo) y estamos por tenerlos con la Antad (Asociacion Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales). Y con entidades federales, ya hemos enviado cartas Presidencia, la Secretaría de Gobernación, Educación y Salud”, apunta Martín González.
Los jugueteros, que todavía no proponen un día específico, pero consideran que los tres meses de diferencia que hay entre octubre, Navidad y el Día de Reyes, la temporada fuerte de la industria, son suficientes para asegurar las ventas. Además, el presidente de la Amiju sostiene que, al salir de las medidas de aislamiento, habrá necesidad de "celebrar y alegría".