La portabilidad no consentida (como se le conoce a esta práctica) del primer trimestre del año se redujo 29.7% respecto al mismo periodo de 2019, cuando se reportaron 538 quejas de usuarios que no habían autorizado la migración a un nuevo operador telefónico.
“Es una reducción significativa”, dice Gonzalo Rojón, director y senior partner de The CIU. Más si se compara con los 2.2 millones de usuarios que, según un cálculo de la consultora, experimentaron esta afectación en 2018 (aunque no todos presentaron queja), cifra que representaba poco más de 10% de los números portados en el país.
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“Es muy bueno que haya bajado el número de quejas, esto quiere decir que sí fueron efectivos los cambios que se hicieron en la parte de portabilidad”, agrega Rojón.
Hasta antes del 27 de diciembre de 2019, colaboradores de agencias de marketing y call center llamaban a los usuarios, haciéndose pasar por trabajadores de su operador telefónico, para preguntarles si estaban intentando cambiarse de compañía.
Ante la negativa de las personas, los ejecutivos les pedían que confirmaran no requerir la migración y brindaran un NIP de cuatro dígitos que habían recibido previamente. Horas después, su línea telefónica quedaba desactivada, explica Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).
A partir de esa fecha, esta práctica quedó prohibida. En aquel entonces, el IFT dio a conocer a través del Diario Oficial de la Federación (DOF) diversas modificaciones a las Reglas de Portabilidad Numérica. Una de ella era la redacción de un mensaje para validar la voluntad del usuario de cambiar de compañía.
Hoy solo es posible (o al menos eso se cree) migrar de operador telefónico si la persona envía un mensaje de texto con la palabra NIP al 051, o realiza una llamada a este número.