En su reporte financiero del segundo trimestre del año, América Móvil registró una pérdida de poco más de cinco millones de suscriptores de prepago en los países donde tiene presencia. De estos, 1.7 millones fueron en México. En cuanto a las líneas de pospago, en total fueron 500,000 líneas menos durante abril y junio, mientras que en México la baja de clientes fue de 112,000 en el mismo periodo.
La compañía explicó que los niveles de desconexión alcanzados se deben a las medidas de confinamiento adoptadas en el mundo, lo que impactó en las actividades comerciales y en la demanda de servicios móviles.
Jesús Romo, director de Teleconomía, afirma que la desconexión de líneas no es una situación que deba preocupar. Sin embargo, sí se convierte en un problema cuando la mayoría de los ingresos de las empresas de telecomunicaciones dependen de los servicios móviles de prepago. “Estos día tienen más riesgo de presentar afectaciones negativas por el COVID-19”, explica.
Este es el caso de América Móvil. Daniel Hajj Aboumrad, director general de la compañía, explicó en conferencia con inversionistas que más de la mitad de los ingresos en México son por servicios de prepago y 40% de pospago.
Pero, en general no es una situación que alarme a los analistas del sector. Gonzalo Rojón, director y senior partner de The CIU, asegura que las líneas van a volver, pues el teléfono celular se ha convertido en una herramienta indispensable para las personas. Sin embargo, lo que sí va a cambiar es el patrón de consumo, tanto de prepago como de pospago.
En el primer caso, dice el analista, bajó el número de las recargas telefónicas, así como su monto. “La reducción en la movilidad impidió que la gente siguiera invirtiendo”, menciona. Mientras que en los usuarios que tienen un plan, la crisis económica está provocando que migren a opciones más accesibles.