La llegada de turistas internacionales se redujo en 65% durante la primera mitad del año en comparación con el mismo periodo de 2019, un desplome sin precedentes por el cierre de fronteras en el mundo y a las restricciones de viaje que impusieron los gobiernos debido a la llegada del COVID-19, informó la Organización Mundial del Turismo (OMT).
La llegada de turistas internacionales cae 65% en la primera mitad de 2020
El desplome de viajes internacionales durante la primera mitad del año se tradujo en una pérdida de 400 millones de llegadas internacionales y cerca de 460,000 millones de dólares en ingresos de exportación precedentes de este segmento. Incluso dicha caída es cinco veces mayor a la registrada por la crisis económica del 2009, informó el organismo.
La menor demanda de viajes continuará en lo que resta del año. El primer escenario que planteó la OMT fue una caída de entre el 58% en la llegada de turistas internacionales, mientras que el escenario dos anticipa hasta un 70% menos, sobre todo ahora que los gobiernos están retomando algunas restricciones. La perspectiva es que en 2021 comience una recuperación; sin embargo, regresar a los niveles de 2019 tardaría entre dos y cuatro años.
Este martes la OMT celebró su primera reunión presencial tras la declaración de la pandemia del COVID-19 para lanzar un mensaje de confianza en el futuro del turismo mundial, en un momento en el que la mayoría de los destinos del mundo ha empezado a suavizar las restricciones a los viajes.
Zurab Pololikashvili, secretario general de la organización, ha defendido que un liderazgo coordinado y una mayor cooperación entre los gobiernos ha hecho posible que el turismo esté reactivándose, de manera lenta pero constante, en muchos lugares del mundo.
La OMT ha constatado además que a medida que comienzan a disminuir las restricciones a los viajes a escala global, los destinos de todo el mundo se centran en el creciente turismo interno, que contribuirá a la recuperación tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo.
Para Pololikashvili, la magnitud del turismo interno ayudará a muchos destinos a recuperarse de los efectos económicos de la pandemia, al tiempo que se salvaguardan los puestos de trabajo y se permite el retorno de los beneficios sociales que ofrece el turismo.
*Con información de EFE