La industria aérea hizo un llamado para considerar la aplicación de pruebas rápidas de COVID-19 en los aeropuertos como alternativa para evitar la cuarentena y ayudar a que las empresas se levanten, una medida que de momento no es obligatoria, pero que se necesita homologar a nivel global, consideró la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés).
Las líneas aéreas evalúan extender el uso de pruebas rápidas para sus pasajeros
Países como Francia e Italia han requerido de manera obligatoria la aplicación de pruebas rápidas para distintos tipos de visitantes, mientras que en la región latinoamericana sólo casos como Chile han comenzado a implementarse. Pero las aerolíneas consideran que su aceptación puede ser un importante impulso para incentivar la industria de viajes nuevamente.
“Dependerá no solamente de las compañías aéreas, sino de la OACI y los propios gobiernos. Hemos hecho un llamado para que sean sistemáticos, que sean un requerimiento, y se puede comparar con la situación de usar una mascarilla a bordo, que también es universal con muy pocas excepciones. Esto facilita el trabajo de las compañías aéreas, y además da confianza y seguridad a otros pasajeros”, dijo Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de IATA.
En México, la aplicación de las pruebas de parte de las aerolíneas ha sido la excepción. Sólo Interjet ha ofrecido su aplicación de manera gratuita, lo que habla de condiciones diferentes que necesitan homologarse.
Al respecto, James Wiltshire, subgerente de asuntos exteriores de IATA, explica que entre los criterios necesarios para la aplicación de pruebas rápidas, se necesitan resultados inferiores a los 20 minutos, con costos que no sean barreras para viajar, y cuya aplicación sea fácilmente escalable –con estándares de 100 aplicaciones por hora–, permitiendo que incluso personal no especializado pueda aplicarlas.
“Habrá retos y requerirá de estándares globales, pero vemos que esta es la forma de evitar las medidas de cuarentena”, enfatizó.
De acuerdo con una encuesta de la IATA publicada hace unas semanas, 84% de los viajeros a nivel mundial coincide en que la aplicación de pruebas rápidas sea necesaria para todo tipo de viajeros, y 88% está dispuesto a que sea una parte cotidiana del proceso de viaje.
“Además de abrir las fronteras, la investigación de la opinión pública también indica que las pruebas ayudarán a reconstruir la confianza de los pasajeros en la aviación. Los encuestados identificaron la implementación de las medidas de control de COVID-19 para todos los pasajeros como efectivas para hacerlos sentir seguros, solo superados por el uso de máscaras. Y la disponibilidad de pruebas rápidas de COVID-19 se encuentra entre las tres principales señales que los viajeros buscarán para asegurarse de que viajar es seguro (junto con la disponibilidad de una vacuna o un tratamiento para COVID-19)”, indica la IATA.