La reunión se daría en seguimiento a un encuentro previo en Palacio Nacional del 22 de septiembre pasado, en el cual el titular del ejecutivo y los reguladores del sector acordaron tomar medidas para favorecer a las estatales Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) bajo el marco jurídico actual emanado de la reforma energética.
Este martes era el primer plazo para que los reguladores en la materia, como la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, informarán al presidente hasta dónde han podido implementar las medidas a favor de las empresas.
Con base en esos resultados se comenzaría a definir la posibilidad de presentar una contrarreforma el año siguiente, tras los comicios legislativos.
Las medidas que debían de llevar a cabo los reguladores emanan de un memo enviado en julio por la oficina de la presidencia a los principales actores gubernamentales del sector, que contiene 17 acciones encaminadas a fortalecer a las dos compañías nacionales de energía.
En el memo y en la reunión pasada, el presidente pidió a los reguladores, entre otras cosas, privilegiar el uso de la energía eléctrica generada por la CFE, y detener el otorgamiento de cualquier tipo de subsidio y de nuevos permisos a empresas privadas, con la finalidad de que las empresas productivas del estado no continúen perdiendo mercado.
El presidente López Obrador ha hablado abiertamente en varios ocasiones sobre la posibilidad de revertir la reforma energética, uno de los principales estandartes de la administración pasada, debido a que ésta, desde su perspectiva, sólo ha logrado debilitar a Pemex y CFE.
Para esto, ha dicho, podría promover una nueva reforma energética en 2021.