Por el contrario, Volaris ha sido la más activa en la inclusión de nueva flota, sumando cuatro aviones en el mismo periodo, sustituyendo equipos A320 por la versión A320neo, que ofrece un ahorro de combustible de alrededor de 15% y reducciones de emisiones de CO2 al 50%, y de óxido de nitrógeno al 75%. De manera similar, Viva Aerobus ha sumado tres nuevos equipos a su flota, incorporando versiones A320neo y A321neo.
El segmento de bajo costo ya venía con planes de crecimiento antes de la pandemia, y dado que los mercados que atienden tienen una buena expectativa de recuperación, el crecimiento de flota es una señal de siguen en marcha, explica Jonathan Félix Gaxiola, director asociado de Verum Calificadora de Valores.
“La estrategia Aeroméxico antes de la pandemia era crecer en la parte internacional, la nacional no la estaban aumentando. Volaris y Viva no es que estuvieran quitándole mercado a Aeroméxico, sino que estaban creciendo por su cuenta, pero llega la pandemia, y la que más se ve más afectada es la parte internacional”, explica.
Ambas compañías ya tienen un plan de flota muy claro. Por una parte, Volaris espera incorporar 23 nuevas aeronaves hacia el 2023, manteniendo un promedio anual de 87 a 88 aviones, desde las 84 aeronaves que actualmente tiene. Además, sus accionistas aprobaron recientemente una inyección de 3,500 millones de pesos, que la aerolínea espera usar en la reestructura de sus arrendamientos conforme lo vayan requiriendo.
“Esto nos da una cobertura racional de lo que necesitamos de momento; si necesitamos más, iríamos al mercado directo de arrendamiento”, dijo recientemente Enrique Beltranena, CEO de Volaris, a Expansión.