1. Cadena de suministro
El regreso de Chihuahua al semáforo rojo prendió nuevamente las alertas de las plantas de vehículos en Norteamérica que dependen del suministro de componentes producidos en la entidad. En la capital del estado, por ejemplo, está una planta de Ford que abastece de motorizaciones a gasolina y diésel a varios complejos de Estados Unidos. A lo largo de la frontera también se extiende un cinturón maquilador que abastece de piezas a otros proveedores nivel 1, o Tier 1, o directamente a las plantas armadoras de la región. Arneses, cubiertas de asientos y componentes electrónicos, cruzan diariamente la frontera con destino a fábricas de Estados Unidos.
Tras el regreso al semáforo rojo, las plantas de autopartes tienen permiso de operar de lunes a viernes, al 60% de su capacidad instalada. Los organismo gremiales han tratado de negociar con la entidad que las plantas puedan abrir también los sábados y operar al 80% de su capacidad.
Para evitar afectaciones graves a la cadena de suministro regional, Zozaya explica que los fabricantes de vehículos han hablado con el gobierno de Chihuahua sobre una certificación que permita a las empresas que operan en la entidad incrementar su producción.
2. Bloqueos en tren y saturación en puertos
La distribución de los componentes y los vehículos también se ha convertido en un reto para el sector en México. Los bloqueos en las vías de ferrocarril en Michoacán han ocasionado cuellos de botella no solo en la terminal portuaria de Lázaro Cárdenas, por donde llegan y salen modelos y componentes de Asia.
“Recientemente hubo un caso de un barco que, ante la saturación de Lázaro Cárdenas, tuvo que bajar al canal de Panamá y volver a subir para descargar en otro puerto”, dijo Zozaya, quien dijo que este tipo de movimientos están incrementando los costos y los tiempos logísticos del sector.
El bloqueo en algunos puntos de Michoacán, dice Zozaya, ya lleva más de 50 días. “Esto es muy crítico en esta temporada, que es la de mayores ventas, porque se está bloqueando la entrega eficiente de vehículos nuevos, tanto a nivel local como en el mercado de exportación”, dijo Zozaya.
Además, dice, se incrementan los riesgos de vandalismo. “Cuando no puedes mover los trenes es cuando están más vulnerables para ser vandalizados”.