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Visita a planta: Audi arranca la producción del renovado Q5 en Puebla

La armadora alemana prevé cerrar el año con una producción de 130,000 unidades de su SUV compacto, que recientemente ha sido actualizado con un nuevo frente y un nuevo motor de manufactura mexicana.
mié 18 noviembre 2020 05:00 AM
Planta de Audi
La actualización del Audi Q5 incluye un nuevo motor de manufactura mexicana, que se producirá en la planta de Volkswagen en Silao, Guanajuato.

Una odisea. Así han sido los últimos meses para los más de 3,600 empleados que trabajan en las naves de producción de la planta de Audi en Puebla, donde a finales de julio se empezó a ensamblar el Q5 renovado. Para lograr que cada 1.5 minutos salga uno de estos modelos la fábrica, fue necesario ajustar procesos de producción, instalar nuevos equipos y capacitar a 600 técnicos. Todo, en medio de la pandemia del coronavirus, que ha complicado como nunca a la industria.

Esta planta, junto con la de Volkswagen que se ubica a pocos kilómetros de distancia, en el centro de Puebla, fueron las últimas en reiniciar operaciones en el país –y también fueron las dos últimas de toda la red de plantas del grupo Volkswagen a nivel global–, luego de que el gobierno estatal emitió un decreto para retrasar por un mes más el reinicio de operaciones del sector automotriz en la entidad para evitar la propagación del COVID-19.

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La planta de Audi reinició operaciones el 30 de junio, al 30% de la capacidad, y desde entonces ha ido incrementando producción bajo un esquema que combina el trabajo presencial con el home office. La fábrica estuvo cerrada 99 días: frenó sus operaciones el 23 de marzo, siete días antes de que la industria automotriz parara al no ser considerada por el gobierno actividad esencial, ante la falta de componentes y la dificultad para trasladar los modelos a los mercados de exportación. Actualmente, opera seis días a la semana: tres turnos de lunes a viernes y dos turnos los sábados.

La reapertura requirió hacer algunos ajustes. Audi incrementó las unidades de transporte, de 73 a 100, para facilitar el traslado de los empleados desde varios municipios vecinos. La mitad de los asientos están cancelados en cada autobús y antes de ingresar el chófer toma la temperatura y proporciona gel antibacterial a los trabajadores.

Una segunda toma de temperatura y más gel antibacterial esperan al llegar a la planta. Todos los empleados llevan cubrebocas y por todo el piso de producción hay contenedores para depositarlos y cambiar por otros nuevo a mitad de la jornada.

En el gran comedor industrial, la dinámica también es distinta: en las largas mesas donde antes se acomodaban hasta ocho trabajadores, ahora solo se pueden sentar dos. En los otros comedores auxiliares, que son más pequeños, se instalaron divisiones de acrílico en las mesas. Han desaparecido las charolas y los menús se sirven en box lunch.

Por los pasillos dentro de las naves se leen carteles con las advertencias que las autoridades de salud han remarcado desde que inició la pandemia: lavado de manos constante, guardar la sana distancia, uso de cubrebocas. Fuera de esas pequeñas modificaciones, la dinámica de la planta es relativamente similar a como era antes de la pandemia: procesos just in secuence que empiezan y terminan con los operadores.

El nivel de automatización de esta planta, que es la más nueva de Audi a nivel global, ha facilitado operar en estos meses con una menor intervención de mano de obra, sobre todo en las naves de prensas, carrocería y pintura, donde hay alrededor de 800 robots. No obstante, la naturaleza de algunas tareas dificulta 'la sana distancia'. Al final de la línea de estampado, por ejemplo, dos empleados verifican codo a codo la calidad de las piezas estampadas que salen de la línea de prensas cada minuto.

Son las 2 p.m. y termina el primer turno. Unos 30 empleados caminan hacia los autobuses que los llevarán de vuelta a casa. Conversan entre ellos con el cubrebocas puesto y con la naturalidad y cercanía de una convivencia cotidiana.

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La última actualización del Q5 lleva ya 40,000 unidades producidas que, a diferencia del modelo anterior, ahora luce una nueva facial, un nuevo diseño de faros y calaveras, un tablero digital, una pantalla táctil y la incorporación de un nuevo motor que se fabricará en la planta de Silao, Guanajuato.

En esta planta se ensamblan todas las versiones del SUV Q5 que se venden alrededor del mundo: a gasolina, diésel, mild hybrid y plug-in hybrid. También se fabrica la versión blindada Q5 Security.

La planta de Audi tiene capacidad para ensamblar 150,000 unidades anuales. Sin embargo, ha habido años en que se han añadido turnos y se han producido más de 180,000 unidades. Para este 2020, y luego de que la planta permaneció cerrada durante poco más de tres meses, la expectativa de los directivos es cerrar con 130,000 unidades producidas.

"Los mayores riesgos que vemos para el siguiente año son poder mantener el suministro de los proveedores y la logística para exportar los modelos", dice Tarek Mashhour, el nuevo presidente Ejecutivo de Audi México, quien ha llegado a México para liderar la planta, la única de la marca que produce el Q5 para todo el mundo.

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