¿Y vivieron felices para siempre? La historia de la reapertura de las plantas armadoras de vehículos en medio de la pandemia de coronavirus no ha tenido precisamente un final de cuento de hadas. Con varios países viviendo sus segundas y terceras olas de contagio, y nuevas restricciones surgiendo a cada momento, el sector intenta restablecer los inventarios de vehículos.
Los retrasos en la producción y las interrupciones de la cadena de suministro han obstaculizado el montaje y la entrega de vehículos nuevos, lo que ha provocado una escasez de inventario. Los concesionarios de Hyundai, por ejemplo, mantienen un inventario limitado de coches. “La planta de India, de donde traemos a nuestros dos modelos de mayor volumen (Creta y Grand i10), ya está operando pero nosotros aún mantenemos inventarios limitados”, dijo a principios de noviembre Claudia Márquez, CEO de Hyundai Motors México.
¿Cómo llegamos aquí? Los problemas comenzaron en febrero, cuando la producción de componentes de Asia se vio interrumpida por el aumento de casos de coronavirus. La situación se agravó cuando las plantas de Europa también tuvieron que cerrar en medio de una explosión de casos. Cuando el virus llegó a Norteamérica, la fabricación de automóviles se detuvo completamente, a finales de marzo.