En noviembre pasado –el último dato publicado por la compañía–, Pemex reportó una producción de crudo de 1.6 millones de barriles diarios. El objetivo para finalizar 2020 era de 1.9 millones de barriles.
La producción de noviembre significó sólo un aumento de 8,000 barriles diarios en comparación con octubre pasado y una reducción de 3.6% o 61,000 barriles respecto al mismo mes de 2019.
Con los resultados del año pasado, la petrolera estatal ha dejado atrás el periodo de estabilización de la producción petrolera que registró entre octubre de 2019 y marzo de 2020.
En marzo pasado, antes del inicio de la contingencia sanitaria en el país, Pemex vio una producción de 1.7 millones de barriles al día, la cifra más alta desde octubre de 2018.
Pero desde el comienzo de la pandemia de coronavirus en México, la empresa no ha registrado extracción de crudo por encima de 1.7 millones de unidades diarias.
Pemex aún no da a conocer de manera formal sus cifras al último mes del año, pero una presentación a inversionistas muestra que la producción de aceite de la compañía no logró repuntar en diciembre pasado. Así, Pemex finalizó 2020 con una producción de casi 300,000 barriles más baja al objetivo planteado para 2020.
Rocío Nahle, la titular de la Secretaría de Energía, ha dicho que, como parte del acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), México no podría superar los 1.7 millones de barriles diarios durante 2020.
Pero la meta de producción no fue recortada oficialmente por la administración de la compañía, pese a los cambios en la demanda y la paralización económica derivada de la pandemia de coronavirus.