Bridgestone quiere ser algo más que una compañía de neumáticos. Por ello, ha iniciado la titánica tarea de convertirse en una empresa de soluciones, capaz de responder a las nuevas demandas de los fabricantes de vehículos, que más que autos buscan convertirse en empresas que ofrecen soluciones de movilidad.
Dos tendencias a nivel global están impulsando esta transformación: por un lado, las nuevas generaciones de consumidores ya no quieren comprar autos y que prefieren usar aplicaciones de transporte o trasladarse en vehículos compartidos; y por otro, las regulaciones que encarecen, o incluso limitan, la propiedad de un auto, sobre todo en las megalópolis.
“Nuestro negocio principal es diseñar, desarrollar y fabricar neumáticos. Obviamente vamos a continuar con este negocio, pero al mismo tiempo vamos a mirar las oportunidades emergentes alrededor de los servicios de movilidad”, dijo Paolo Ferrari, CEO de Bridgestone Americas, durante una videoconferencia en el marco del Consumer Electronic Show.