Los expertos en telecomunicaciones y competencia económica coinciden en que esta decisión sólo revela el interés del mandatario por mantener el control de los organismos autónomos, lo que precisamente se buscó eliminar hace siete años cuando se creó el IFT.
“Al presidente no le gustan los contrapesos”, asegura Miguel Flores Bernés, presidente de la Comisión de Competencia Económica de la International Chamber of Commerce (ICC). “Es una propuesta que preocupa mucho porque es un organismo que genera contrapeso técnico de las decisiones políticas. No podemos dejar que ellos decidan la cantidad de espectro que puede tener una empresa. Un político no puede elegir si Televisa afecta o no a la competencia”.
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Esta actitud de desconfianza e incomodidad no es exclusiva contra el IFT, sino que viene contra todos los órganos autónomos, asegura Elena Estavillo, presidenta de la Red de Mujeres Conectadas. “Me parece preocupante porque no obstaculizan la labor pública, al contrario, fortalecen y equilibran el ejercicio del poder en temas importantísimos como el desarrollo económico y la democracia”.
Referente al IFT, la que fuera comisionada del órgano regulador entre septiembre de 2013 y febrero de 2019, dice que su absorción por parte de la SCT sería un retroceso de 25 años.
“Es una tristeza que no se quiera reconocer todo lo que hemos caminado como regulador, además con justificaciones superficiales que no se sostienen. Esto de los ahorros ya se volvió como una muletilla para hacer cambios de fondo con consecuencias que pueden ser muy serias y muy costosas para la sociedad”, refiere.