La industria aérea aún se encuentra fuertemente presionada en el mercado internacional, ante la caída de la demanda provocada por nuevas restricciones en importantes mercados emisores de viajeros, como Estados Unidos. El país ahora pide presentar una prueba de COVID-19 a todos sus visitantes para ingresar al país, lo cual desinsentiva a sus ciudadanos de salir del país.
Canadá, por su parte, cerró todos sus vuelos con México durante tres meses, a partir del 30 de enero y hasta el 30 de abril.
“Las condiciones derivadas de la pandemia llevaron a la peor caída en la historia del turismo mexicano en 2020, en todas las variables del turismo internacional hacia el país”, refirió el Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) Anáhuac en un análisis.
El segmento de cruceros fue el que más se contrajo en términos de captación de divisas. Alrededor de 6.5 millones de viajeros dejó de contratar cruceros en 2020, ocasionando una disminución de 71% en los ingresos, pasando de 626 mdd a 182.3 mdd.
Dentro del sector turístico, los cruceros tienen el panorama más sombrío, provocado por la ausencia total de estas compañías desde mediados de marzo de 2020. A casi un año de su cese de operaciones, los empresarios turísticos estiman que un regreso podría darse para octubre de este año, pero en el escenario más pesimista, se postergará hasta febrero de 2022, con lo cual acumularía casi dos años sin operar en México.
Aunque para diciembre se había recuperado 51% del flujo de divisas previo a la pandemia, las cifras de 2020 aún no contemplan el efecto de las restricciones de Estados Unidos y Canadá. En este último caso, la suspensión de vuelos costará alrededor de 782 mdd, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Turismo (Sectur), y que, según la iniciativa privada, podría llevar a que 2021 sea un año incluso peor que 2020.